Ricardo Cusanno, presidente de Fedecámaras, explicó a través de Radio Fe y Alegría Noticias, cuál es la posición de este gremio ante las decisiones del ejecutivo nacional que tienen que ver con la implementación de nuevas medidas de control de precios y la afectación de la cadena de comercialización de varias empresas importantes del sector alimenticio del país.
De acuerdo a su óptica, se vuelven a generar acciones bajo las mismas premisas y pensamientos con las cuales se ha llegado a la desaparición de más del 60 por ciento del aparato productivo venezolano en los últimos 21 años.
Políticas económicas que también han provocado que Venezuela sea el país con la más alta inflación del mundo en los últimos años. Desde el año 2018 registra más de 1.600.000% de inflación.
Cusanno calificó de «fracasadas» las políticas económicas aplicadas por el gobierno nacional. A esto agregó que la falta de construcción de consensos entre todos los factores políticos, económicos y sociales del país para diseñar un modelo productivo, también ha provocado esta crisis en materia económica y productiva en Venezuela.
En el caso de los factores del área productiva menciona que se debió haber considerado, desde hace bastante tiempo, al productor primario, al trabajador del campo, el transformador o procesador de alimentos, es decir, los industriales, así como los distribuidores y los transportistas que son los que al final llegan hasta las redes comerciales y los usuarios finales.
El presidente de Fedecámaras incluyó también en esta cadena de valor que no se ha tomado en cuenta al sector financiero, de los seguros y de las telecomunicaciones que tienen un gran impacto actualmente en los procesos productivos.
Consideró que en medio de esta crisis por la pandemia del COVID-19 la infraestructura de servicios se agrava «y una vez más se toman decisiones total y completamente desajustadas y sin la premisa de que se requiere un plan de emergencia nacional».
Igualmente compartió la idea de que se requiere un conjunto de políticas integrales que pasan por reinsertar al sector empresarial en la toma de decisiones para optimizar la inversión, la generación de empleos y más producción.
Para Cusanno estas propuestas no se alejan de los derechos constitucionales a la vida, a la salud, a la educación, a la libre empresa, a la propiedad privada, a elegir. Por el contrario, dice apostar a todo esta gama porque se necesita recuperar un país que sea «normal».
¿Qué consecuencias dejarán estas medidas en el ciudadano de a pie, en los barrios, caseríos de Venezuela?
Sin tapujos afirmó que lo que ha decidido el ejecutivo nacional «es la peor vía que se ha podido tomar en este momento». Al poner en un mayor riesgo la actividad privada las consecuencias, en cuanto a beneficios, servicios, dinámicas de producción y de puestos de empleo, seguirán siendo extremadamente fatales para el resto de la población.
Rememora lo que ha sucedido en el pasado «cuando un producto es regulado por debajo de su costo de producción, eso genera desesperanza en el empresario e incapacidad para seguir manteniendo la operación».
Sin embargo, aseguró que los empresarios y comerciantes van a seguir haciendo «esfuerzos titánicos aún y a pesar de tantos inconvenientes y de tantas trabas».
Pese a este panorama desalentador invita a las autoridades del gobierno a construir «plataformas de confianza, de viabilidad de la Venezuela de cara a la post pandemia».
¿Qué escenarios se han pensado en Fedecámaras para ir flexibilizando la cuarentena de forma progresiva?
Respondió Cusanno que cada uno de los 15 sectores que hacen vida en este gremio empresarial, tales como, el comercial, banca, turismo, petróleo, telecomunicaciones, medios de comunicación, agroindustria, sector primario de agricultura y producción pecuaria, están haciendo un levantamiento de estudios que arrojarían diferentes fórmulas «de cómo hacer una reactivación paulatina salvaguardando la salud de los trabajadores y de los consumidores en términos de evitar infecciones manteniendo los protocolos de bioseguridad».
Todo este trabajo de planificación de materia prima, financiera, de procesos productivos de cualquier sector, «pasa por una serie de variables que no están en mano de la empresa privada».
Con ello el empresario se refirió a elementos como la disponibilidad de combustible, capacidades económicas del sector financiero que confronta limitantes como el encaje legal, entre otras, para poder reactivar el aparato económico y productivo del país.
Concluyó indicando que el empresariado nacional necesita «certezas» y no amenazas para seguir trabajando en medio de esta emergencia.