Este sábado, un almacén de la Compañía Anónima Nacional de Telecomunicaciones, CANTV, ubicado en el sector Flor Amarillo de Valencia, estado Carabobo, se quemó destruyendo todo el material estratégico que allí se encontraba.
Ante el hecho, el gobierno del presidente Nicolás Maduro no tardó en reaccionar. En primera instancia lo hizo la vicepresidenta ejecutiva Delcy Rodríguez, quien acusó a la oposición venezolana de ser los autores del incendio.
Este domingo fue el propio mandatario nacional que complementó la denuncia de Rodríguez al señalar que se trata de un «ataque terrorista».
Por su parte, la nueva ministra de Ciencia y Tecnología y presidenta de la estatal telefónica, Gabriela Jiménez, aseveró que «la intención» era «dañar y afectar las operaciones».
Los tres representantes del alto gobierno han escrito en sus respectivas cuentas de Twitter que el supuesto ataque fue dirigido desde Washignton, en clara alusión del gobierno de los Estados Unidos.
La vicepresidenta ejecutiva de la República informó que se dio la orden de reponer el material calcinado lo más pronto posible. Sin embargo, no se han dado conocer los detalles de lo destruido.
Especialistas del área de las telecomunicaciones opinan que este incendio ocurren en «circunstancias extrañas», toda vez que se preguntan por qué ese almacén no contaba con las suficientes medidas de seguridad para proteger el mencionado material estratégico que se utilizaría para servicios de internet y telefonía a nivel nacional.