Además de exponer a través de un comunicado el Grupo de Contacto Internacional promovido por la Unión Europea, donde concluyen que en Venezuela no es posible realizar elecciones bajo las actuales condiciones políticas, exige a todas las partes que se comprometieran con una negociación inclusiva y creíble.
Al enfatizar «que la única solución sostenible a la crisis venezolana será una política inclusiva, pacífica y democrática, a través de elecciones legislativas y presidenciales libres, creíbles, transparentes y justas», el IGC, como se le conoce, también manifiesta la honda preocupación de los países integrantes de la instancia «por el estrechamiento del espacio democrático en el país y, en particular, de cara a la organización de las próximas elecciones legislativas».
Creen que en la actualidad, y bajo el clima de alta crispación y tensión política, en Venezuela no están garantizadas las condiciones electorales de acuerdo con los estándares internacionales y la Constitución venezolana que permita efectuar un proceso de votaciones justo, libre y transparente.
En ese sentido, para que el evento electoral del 6 de diciembre por el cual se busca renovar la AN tenga legitimidad, plantean que se respete el mandato constitucional del parlamento nacional, la devolución del control de los partidos, el cese de la inhabilitación y el enjuiciamiento de los líderes políticos, además del pleno restablecimiento de sus derechos y de otros candidatos a la igualdad política y la participación.
Le agregan a estos requisitos la actualización integral del padrón electoral, incluyendo a votantes jóvenes y venezolanos en el exterior, y un CNE independiente y equilibrado.
Algo que en la realidad venezolana pareciera imposible obtenerlo en los actuales momentos.
Este jueves el presidente de la república Nicolás Maduro, quien no se refirió al informe de la Misión de la ONU sobre su gestión, en un acto con los candidatos del PSUV a las legislativas, remarcó que la UE le estaba solicitando algo imposible de cumplir: la suspensión de las elecciones parlamentarias.
Por el contrario, reiteró su invitación al organismo para que participe como veedor de los comicios.
De igual manera anunció que también se le ha extendido la invitación a países aliados como Irán, China y Rusia a fungir como acompañantes electorales.
Sectores de la oposición venezolana, críticos a Maduro, han sostenido que un gobernante señalado de estar involucrado en crímenes de lesa humanidad no puede estar organizando elecciones de ningún tipo.
