El integrante de la Red de Observación Electoral José Domingo Mujica hace la precisión entre estos dos conceptos a través de Radio Fe y Alegría Noticias.
Define a la observación electoral como una evaluación integral y completa de los procesos electorales que ejecutan organizaciones imparciales no partidistas de carácter nacional junto a organizaciones internacionales.
Éstas últimas reciben la información recabada por las organizaciones del país así como los informes que proveen los órganos electorales y la documentación que aparecen en las leyes internas de Venezuela.
Para Mujica la observación electoral «se hace con un tono crítico de lo que ha sido la elección» e incluye la posibilidad de reunirse con todos los actores que intervienen en el proceso con el intercambio de informes que se difunden ampliamente sin mayores restricciones que las que impone el marco legal.
Esta tarea de la observación «lo que intenta es ofrecerle confianza a los electores en tanto se refleje la limpieza de la elección a para advertirles de la violación de las normas y estándares electorales».
En el caso de observación electoral internacional enfatiza que las misiones deben estar en el país días antes del evento y poder visitar diferentes estados y constatar cómo va la organización por parte del ente electoral en aspectos como la selección de los miembros de mesa, los equipos a utilizar y otros elementos de la justa.
Otros factores fundamentales que se observan, agrega Mujica, son el secreto del voto, que no haya coacción hacia los electores, que el acceso a los centros de votación sea libre y al alcance de los electores.
También se supervisa el cumplimiento de las normas establecidas para el voto asistido o con acompañamiento, así como la existencia y calidad de la tinta indeleble y velar porque el conteo de los votos sea de manera limpia y justa.
La observación electoral pone énfasis en la auditoría ciudadana que consiste en el control de la votación electrónica, contando las boletas de los electores que emite la máquina que luego se depositan en una caja.
Es el denominado chequeo manual «para que haya la debida coincidencia entre el conteo de los votos en las boletas y el resultado electrónico que es el que se transmite al centro nacional de conteo del CNE», acota el representante de esta red que pertenece a la asociación civil Asamblea de Educación.
Por otro lado, el monitoreo electoral, como también se le llama a esta «mirada», teóricamente se activa desde el momento en que se publica el cronograma electoral, del cual se revisa si contiene los plazos suficientes para que se cumplan las tareas previstas.
También se observa si se incluyen las acciones necesarias como campañas de información a los ciudadanos sobre cómo es la elección y cómo se vota.
Igualmente se evalúa la campaña electoral, su equidad, el acceso a los medios de comunicación, de evitar el ventajismo de un sector con respecto a otro, denunciarlo en caso de que se dé.
A esta etapa de de observación también se incorpora la tarea de analizar las auditorias pre electorales que deben blindar la seguridad del proceso de votación, fundamentalmente en el chequeo del software y del hardware que se van a aplicar en el evento.
Sobre este último aspecto, Mujica advierte que hasta la fecha no habían recibido la debida invitación del Consejo Nacional Electoral. Refiere que «este es un proceso muy importante donde deben estar los representantes de los partidos y de los candidatos, además de las organizaciones que estarían en calidad de testigos para certificar lo que allí suceda».
En la fase post electoral la observación también es determinante. Señala en este punto que hay que cuidar que los resultados electorales se corresponda con la elección de las autoridades y que no haya desconocimiento de una persona elegida para un cargo después de hecha una elección.
El activista remarca en esta tarea de la observación electoral que «las organizaciones que participan son autónomas y hacen su evaluación sin pedirle permiso a nadie sobre lo que observa o recomienda con respecto al proceso electoral que ha observado».
Acompañamiento electoral es una figura simbólica
En cuanto a la figura del acompañamiento, José Domingo Mujica precisa que es un procedimiento de hacerle seguimiento a unas elecciones que solo dos países de América Latina han implementado: Venezuela y Nicaragua, aproximadamente desde el 2010.
Según su criterio el acompañamiento se caracteriza por establecer limitaciones a los testigos, sobre todo internacionales, de la elección.
Por ejemplo, destaca que las misiones que acompañan no pueden participar de las auditorías que realiza la institución electoral, por ejemplo.
A las organizaciones y movimientos nacionales se les limita la movilización a los sitios «y solo pueden ir a los lugares que se les señalan».
Afirma que el acompañamiento electoral es una presencia simbólica de los testigos internacionales a los cuales está dirigida, mayoritariamente, esta figura, ya que no tienen derecho a juzgar ni a criticar la calidad de las etapas electorales.
El acompañamiento internacional se centra en los procedimientos del día de la elección y no se propone hacer una evaluación integral del proceso electoral en su conjunto.
En el caso del CNE venezolano esta figura se comenzó a reglamentar desde las elecciones legislativas de 2010 y se ratificó en los comicios de 2013.
Esta normatividad dictada le impide al acompañamiento internacional electoral desempeñar la capacidad de un análisis e investigativo sistemático de un evento electoral de manera integral.
Sin temor a equivocarse, Mujica califica este procedimiento como «una degradación de lo que ha sido la observación electoral internacional en la mayoría de los países».
Pero esta es la figura que por lo pronto está planteada a ser utilizada en las elecciones parlamentarias del 6-D.
El CNE ha invitado a misiones de la ONU y de la Unión Europea ha acompañar el cuestionado evento donde se elegirán a 277 diputados de la Asamblea Nacional.
Hasta la fecha ninguno de los organismos ha respondido a la invitación.
