Informe de la Misión de la ONU es una «estrategia criminal», según el gobierno

230
Informe Bachelet ONU
Foto: Archivo web

El lunes 26 de septiembre, la Misión Independiente de Determinación de los Hechos de la ONU que investiga sobre la comisón de crímenes de lesa humanidad en Venezuela presentó su tercer informe. En esta tercera entrega informó que la DGCIM y el SEBIN son organismos del «aparato represivo» del gobierno que preside Nicolás Maduro, y cuyos jefes que solo le rinden cuentas a los altos jerarcas del partido oficialista PSUV.

También la Misión dijo que ambos organismos persiguen y ejecutan detenciones al margen de la ley, desapariciones forzadas, torturas, hostigamientos y otros contra militares y civiles, políticos y defensores de derechos humanos en Venezuela.

Ante estas afirmaciones de la Misión, el gobierno venezolano mostró se rechazo asegurando que las «acusaciones son falsas y sin fundamentos».

Mediante un comunicado oficial, el gobierno de Venezuela aseguró que el informe es parte de una «estrategia criminal» que lidera Estados Unidos en su intento de obligar a un cambio de gobierno en en el país.

También catálogo a la Misión como un «mecanismo paralelo, bárbaro e injerencista».

Según el texto, la Misión es un mecanismo de «cuestionada resolución», promovido por un «reducido grupo de gobiernos».

En el comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores, se advierte que Caracas «tomará las medidas políticas y diplomáticas pertinentes en el ámbito bilateral y multilateral frente a cualquier intento de seguir prolongando el mandato de este mecanismo de agresión contra las legítimas instituciones venezolanas».

Pese a que cuestiona a la Misión de la ONU, el gobierno de Venezuela ratificó su compromiso de cooperación con el Consejo de Derechos Humanos del organismo mundial.

No obstante, condicionó la cooperación «sobre la base del estricto apego a los principios de objetividad, no selectividad, imparcialidad, no injerencia en los asuntos internos, respeto al multilateralismo y diálogo constructivo».

Por otra parte, la Misión Independiente de las Naciones Unidas envió 23 cartas al Gobierno de Venezuela y éste no respondió ninguna, asomando su falta de cooperación para la observación internacional, según comentó la presidenta de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés), Carolina Jiménez Sandoval.