Luego de una audiencia judicial que duró más de 12 horas, la Justicia rusa calificó el miércoles 09 de junio como «extremistas» a las organizaciones de Alexei Navalny.
Dicha medida permite su liquidación y aumenta la tensión antes de las elecciones de septiembre contra los partidarios del líder opositor encarcelado. La defensa del dirigente ya adelantó que apelará.
«Queda demostrado que esas organizaciones no solamente difundían voluntariamente informaciones que incitaban al odio y a la hostilidad hacia los representantes del poder, sino que además cometían crímenes y delitos extremistas», dijo Alexei Jafiarov, un representante de la fiscalía.
La sentencia tiene como objetivo principalmente el Fondo de Lucha contra la Corrupción (FBK), una organización que ha presentado espectaculares investigaciones sobre el estilo de vida y la corrupción de la élite rusa.
Además, tiene como blanco las oficinas regionales de Navalny, que convocan manifestaciones y organizan campañas electorales.
«Es nuestro país y no tenemos otro”
«Tras una vista de 12 horas y media, el Tribunal Municipal de Moscú reconoció oficialmente a las oficinas de Navalny, al Fondo de Lucha contra la Corrupción (FBK) y al Fondo para la Protección de los Derechos de los Ciudadanos (FZPG) como organizaciones extremistas», señaló la defensa.
Sus actividades quedan prohibidas en el territorio de Rusia de forma inmediata, a petición del fiscal de Moscú, Denis Popov.
Navalny prometió, tras conocerse la sentencia, que «no retrocederá», pese a que sus oficinas no podrán difundir informaciones, efectuar transacciones, organizar protestas ni participar en elecciones.
UE condena a Rusia por la medida
La Unión Europea advirtió que las acciones de un tribunal ruso contra organizaciones ligadas al opositor Alexey Navalny tendrán «profundas consecuencias para la sociedad civil de Rusia, la oposición y las voces críticas».
«Es una decisión infundada que confirma un patrón negativo de represión sistemática de los derechos humanos y las libertades consagrados en la Constitución rusa», apuntó en una nota oficial el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.
También reaccionó el ministro británico de Exteriores, Dominic Raab, al calificar de «perversa» la medida y consideró que supone un ataque contra los que luchan contra la corrupción y en favor de sociedades libres, informó VOA.
Fuente: DW, Twitter