Juventud Obrera Cristiana: 70 años luchando por los jóvenes

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Juventud Obrera Católica, Joc
Foto: Javier Barrios/Fe y Alegría Venezuela

La Juventud Obrera Cristiana celebra sus 70 años en el mundo. En Venezuela la organización también lleva más de 50 años de trabajo, al servicio de la defensa de los derechos de los jóvenes en el país.

Rosa Briceño, coordinadora nacional de la Joc en Venezuela, reafirmó a través de Radio Fe y Alegría Noticias el compromiso de todo el equipo que lidera de mantener el legado histórico de la organización, hacerlo cada vez más vigente en el contexto actual y eso es motivo de celebración.

Además, el momento que se tomaron el viernes 26 de agosto en la parroquia universitaria de la UCV en Caracas les significó “tomar impulso para ir fortaleciendo todas las acciones que venimos desarrollando y que esperamos desarrollar de la mano de todos los jóvenes trabajadores que forman parte de la Joc”.

El derecho a la educación: primordial para el desarrollo personal y profesional de los jóvenes

El derecho a la educación es uno de los baluartes que la Juventud Obrera Cristiana privilegia junto al del un trabajo digno y bien remunerado, en la lógica de la integralidad de los derechos humanos.

En este sentido, Briceño destaca que para la Joc “la educación en acción es un pilar fundamental en el Movimiento. Tenemos una tarea educativa que nos permite identificar que la educación forma parte de los valores y principios que todo joven debe tener. Y para que el joven sea impulso de ese futuro en el mundo necesita tener calidad educativa, espacios formativos de calidad y necesita garantizar su formación para la vida”.

Para Briceño para que estas garantías de una calidad educativa se concreten en el país es clave propiciar espacios de análisis para que el joven sea conciente de los problemas existentes, que es necesario activarse para solucionarlos, y saber que “los compañeros con quienes podemos hacer vida, no solo en el Movimiento sino también en el barrio, en la comunidad, en nuestras familias, necesitan tener garantizada la educación”.

Por ello afirma que la Joc se convierte en un soporte para una formación técnica, de calidad, diversificada, universitaria, “y como líderes del Movimiento ser portavoces de una realidad que está perjudicando la oportunidad de formarnos y de enfrentar todos los problemas que el mundo nos presenta”.

Igualmente, la Juventud ObreraCristiana es un movimiento para alzar la voz “y saber que a través de las acciones concretas que el Movimiento va desarrollando podemos demostrar que la juventud está ocupada en la preocupación. Está ocupada en solucionar los problemas. Y que esto sirva como impulso para aquellos que quienes quieran, desde sus organizaciones, desde sus espacios, aportar para que la educación se garantice, que el joven tenga una vida digna, un trabajo digno, y pueda reunirse, reivindicarse y ser ejemplo para otros jóvenes”.

Nuevo mundo del trabajo

Cuando la Joc nació, y a lo largo de su trayectoria en Venezuela, particularmente, la lucha se centraba en la fábrica, en la empresa, en las relaciones de explotación laboral en zonas de mucha concentración poblacional.

Pero en esta época de la digitalización del trabajo, el Movimiento juvenil alerta también que igualmente se activan formas de esclavitud laboral.

Sobre este desafío, Rosa Briceño apunta que “tenemos que estar concientes que estamos frente a otro problema mayor en el que estas cadenas de producción nos presentan una realidad donde ya no se está preocupando esta producción por la mano de obra humana sino que hay esta nueva ola de digitalizar, de tecnificar todo. Esto hace crear una brecha donde se hace difícil tener un acceso a un trabajo para un joven con experiencia”.

Una realidad que para la coordinadora de la Joc en Venezuela representa ser una nueva esclavitud laboral que implica pasar muchas horas frente a un computador, no contar con horarios flexibles de trabajo, vivir bajos cargas de trabajo y horarios impuestos.

Además, si bien es cierto los jóvenes de hoy en día que viven sumergidos en este mundo no dependen de un patrono, si están supeditados a una plataforma que condiciona su estilo de vida, sus oportunidades de recreación, generando situaciones incontrolables porque no tienen con quién solicitar un permiso laboral, o presentar alguna queja porque no existe una persona física sino una plataforma que deshacen el tiempo y las condiciones de trabajo de los jóvenes y salariales.

El dato

La Joc venezolana camina a su próximo congreso. Y uno de los temas que debatirán es cómo responder a estas realidades de la digitalización del mundo socio productivo, ahora mucho más con el desarrollo vertiginoso de la Inteligencia Artificial.

Briceño invita y motiva a los jóvenes venezolanos a no caer en la trampa de las visiones que inducen a creer que en el país no hay futuro para ellos.

Anima a “darse el tiempo para entender que somos parte de una clase trabajadora, cuando nos identificamos que somos clase trabajadora entendemos que luchas por los derechos es el pan de cada día. Es entender que somos parte de un sistema donde somos explotados, tenemos opresores. Cuando entendamos eso y que los jóvenes se hagan concientes de que son clase trabajadora podrán desde otra perspectiva el cómo hacer las cosas en la vida, cómo hacerle frente a las situaciones, cómo llevar a cabo tu vida y que le encuentres sentido”.

Con información de Javier Barrios/Fe y Alegría Venezuela

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