Los niños de antaño crecieron fuertes y sanos tomando leche materna y de vaca, sobre todo en los campos.
No todos los organismos reaccionan igual a los alimentos que consume, pero en la Venezuela de la crisis, las alternativas afloran ante la pobreza.
Algunos deltanos aseguraron que ahora han optado por adquirir la leche de vaca recién ordeñada para alimentar a sus bebés ante los altos precios de las fórmulas lácteas.
Un litro de leche de vaca mantiene un coste de 150 mil bolívares, mientras que una fórmula de marca reconocida, vale 4 millones de bolívares en las farmacias de la localidad.
Joel García es una de las personas que, para poder alimentar a su bebé, prefiere comprar el litro de leche porque le es más barato.
Él vive junto a su esposa y le ha tocado mantener a su niña de 2 meses apostando por la leche de vaca pues un litro puede ser usado para seis raciones de alimento.
“Prefiero pararme temprano e ir para algunos comercios a comprar la leche de vaca recién sacada que la traen de las fincas, porque es barato y dura más”, dijo el señor García de 35 años de edad, quien añadió que es la única opción ante su bajo ingreso monetario.
