Lo que espera Venezuela de Volker Turk

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Turk y Guterres
Foto: ONU

El jueves 8 de septiembre, la Asamblea General de la ONU confirmó la designación de Volker Turk como nuevo Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, como había sido propuesto por el Secretario General Antonio Guterres.

Aunque el nombramiento de Turk fue adoptado por consenso, no han faltado voces de alerta y preocupación entre las organizaciones de la sociedad civil a nivel internacional, las que no dudaron en calificar el proceso como «opaco».          

En dos cartas enviadas poco después de que Bachelet anunciara su retiro, las ONG pidieron un proceso «abierto, transparente y basado en el mérito, que incluyera una consulta amplia y significativa con las personas defensoras y organizaciones de DDHH», pero este no se produjo.

Las críticas

Phil Lynch, Director Ejecutivo del Servicio Internacional de Derechos Humanos (ISHR), afirmó que «la falta de transparencia y de consulta significativa con la sociedad civil independiente en el proceso de selección significa que el Secretario General perdió una oportunidad clave para fortalecer la legitimidad y autoridad del próximo Alto Comisionado»[1]

Más allá de las reservas expresadas sobre el proceso de selección, es necesario darle a Turk el beneficio de la duda y alimentar su oficina con insumos de calidad, de tal manera que pueda tomar decisiones informadas. El papel de las organizaciones de la sociedad civil frente a la Oficina siempre ha sido de una interacción constructiva y propositiva, encontrando más receptividad con algunos Altos Comisionados que con otros. Confiemos en que esta nueva etapa sea de una interacción positiva.       

Las expectativas sobre Venezuela

No es un secreto que existen serias críticas a lo que fue la gestión de Bachelet con respecto a Venezuela, más allá de aciertos como su visita en junio de 2019 y el establecimiento de una presencia en el país ese mismo año. Estas críticas plantean retos importantes para Turk, de quien se espera un golpe de timón que permita corregir el rumbo. Varias son las áreas en las que será necesaria una rectificación.  

Los puntos álgidos que Turk debe atender

En primer lugar, debe acabarse con el secretismo que ha caracterizado las negociaciones sobre la presencia de la OACNUDH en Venezuela. Las cartas de entendimiento que le dan formalidad a la presencia deben ser públicas y todo el proceso debe manejarse con transparencia.

En segundo lugar, la presencia de la OACNUDH en el país no puede seguir siendo un asunto bilateral entre el gobierno y el Alto Comisionado. Tanto los Estados donantes como las organizaciones de la sociedad civil nacionales e internacionales tiene el deber y el derecho de conocer, intervenir y ser escuchados en el proceso de toma de decisiones sobre la actual presencia en Venezuela y sobre el futuro establecimiento de una oficina de país.

Dos más

En tercer lugar, y como consecuencia de lo anterior, el establecimiento de una oficina de país debe ser el resultado de un proceso participativo, que tenga como norte una oficina fuerte, autónoma, con vocería propia y capacidad de despliegue en el territorio.

En cuarto lugar, el Alto Comisionado debe asegurar el restablecimiento del necesario balance entre las actividades de protección y de asistencia técnica.

Más recomendaciones

En quinto lugar, debe ponerse fin al trabajo por compartimientos en nombre de una interpretación extrema de la independencia. En este sentido, el Alto Comisionado debe promover y facilitar la cooperación y comunicación de su Oficina con otros mecanismos de monitoreo, como son los Procedimientos Especiales y la Misión Internacional Independiente de Establecimiento de los Hechos sobre Venezuela.       

Por último, y no menos importante, el Alto Comisionado debe aprovechar el cuerpo de recomendaciones ya formuladas por la Oficina a lo largo de los tres últimos años para establecer parámetros de evaluación que permitan medir la voluntad política del gobierno para cumplir con sus obligaciones internacionales en derechos humanos. 

La nueva agenda            

Para llevar adelante esta agenda, el Alto Comisionado Turk cuenta con la valiosa experiencia de numerosas organizaciones nacionales e internacionales, así como de asociaciones de víctimas y de familiares dispuestas a compartir la información que manejan y su conocimiento sobre la situación del país.

[1] https://ishr.ch/latest-updates/volker-turk-to-be-appointed-next-un-high-commissioner-for-human-rights-after-opaque-nomination-process/

Este artículo fue publicado originalmente en AlertaVenezuela