Luis Fernando Cabezas, director de Convite, afirmó que la situación de los adultos mayores en Venezuela se ha vuelto “más frágil” en medio de la pandemia por la COVID-19.
“Ya existía una emergencia previa, en noviembre se tenía datos de que cada 3 de 5 adultos mayores se acostaban con hambre”, afirmó en entrevista con el programa En Este País de Radio Fe y Alegría. “Pero la pandemia es una emergencia dentro de una emergencia: hay una precaria condición física de los adultos mayores, pues enfrentan la enfermedad en una condición desventajosa”.
En ese sentido, explicó que las complicaciones de la salud de los adultos mayores tiene que ver en gran parte por la alimentación que éstos tengan. “Las personas mayores, algunas, hacen solo dos comidas, el 60% de personas que entrevistamos han reducido sus porciones de comida”.
“Las proteínas han dejado de existir en el plato de los adultos mayores y éstos se han vuelto esclavos de la caja CLAP”, expresó.
Medicinas escasas o incomparables
Sobre el tema de la salud, Cabezas afirmó que ha habido una merma en la escasez de medicamentos. Sin embargo, la gran traba que enfrentan los adultos mayores “es el elevado costo de los mismos”.
“Nosotros hacemos monitoreos de precios: el Losartán Potásico costaba tres veces más de lo que las personas reciben de su pensión”, comentó.
“Los adultos mayores entregan su salud a bebidas caseras, como tés y asumen prácticas naturistas para protegerse de las enfermedades”, lamentó. “La situación de los adultos mayores con respecto a los Derechos Humanos es cada día más compleja (…) Hay una terrible fragilidad al sistema de protección de las personas mayores”.
