«Una mirada esperanzadora del país y su gente»

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Con este lema el P. Rafael Garrido, Superior Provincial de la Compañía de Jesús en Venezuela, anunció, a través de Radio Fe y Alegría Noticias, el lanzamiento del Plan Apostólico que guiará el servicio misionero de la Orden religiosa «y que nos anima a seguir ordenadamente con la misión que nos encomienda nuestro Señor a través de la Iglesia».

Es un plan que suma voluntades y vocaciones y se diseñó desde la perspectiva «de cambiar realidades injustas, que nos llevan a relaciones no fraternales, y generar alternativas para cambiar esas situaciones».

Entre las inspiraciones que tiene este esfuerzo de planificación estratégica de los jesuitas se mencionan la espiritualidad ignaciana, las preferencias apostólicas universales de la Compañía, el concilio vaticano II, las conferencias episcopales latinoamericanas y el concilio plenario venezolano.

Ocho objetivos

Los propósitos de la reinstitucionalización del país y la reconstrucción del tejido social se convierten en el marco referencial del apostolado renovado de los jesuitas en Venezuela.

En ese sentido, Garrido apunta que para esto se disponen «en primer lugar acompañar a los pobres, a los más vulnerables a los descartados en su dignidad con el fin de que se constituyan en sujetos personales, sociales y eclesiales».

El segundo objetivo es contribuir al fortalecimiento de una sociedad civil justa, democrática, solidaria y sustentable.

Prosigue el tercero que contempla promover la Espiritualidad Ignaciana como un aporte específico de la Compañía de Jesús a la Iglesia en Venezuela y fortalecer tanto la formación de los escolares y hermanos jesuitas como la Pastoral de Juventud y Vocaciones.

El siguiente grupo de los otros 4 objetivos, incluidos en el renglón del «modo de ser y proceder de la Compañía de Jesús», se distingue por colaborar en el cuidado de la Casa
Común construyendo modelos alternativos de vida basados en el respeto a la creación y
un desarrollo sostenible; promover la incorporación de laicas(os), religiosas(os) y sacerdotes a la gestión de las obras y redes apostólicas.

Así como impulsar el discernimiento, la planificación apostólica, la evaluación periódica, la colaboración y el trabajo en red como características del modo de gestión de la Provincia y sus obras apostólicas y mejorar los procesos de gestión para el desarrollo eficiente y sostenible de las obras apostólicas y comunidades.

La planificación también incluye 65 indicadores de procesos que servirán de medidores para chequear no solo si se va en el horizonte diseñado y compartido sino también para evaluar cómo se ha ido concretando desde lo que la Compañía de Jesús llama «nuestro modo de ser y proceder».

Los jesuitas no pueden solos para llevar a cabo este plan

El sacerdote venezolano es honesto con esta realidad. Para ejecutar este plan en un lapso de 6 años «la Compañía no puede confiarse en lo que va a hacer ser sola…necesita de la colaboración y complementariedad de hombres y mujeres de buena voluntad».

Es por eso que destaca que cuentan, y quieren seguir contando, con los talentos que siguen en el servicio educativo de los jesuitas en el país. Nombra a la UCAB, UCAT, los institutos universitarios, escuelas, educación de jóvenes y adultos de Fe y Alegría y los 4 colegios de la Compañía de Jesús en Venezuela «con el empeño de llevar una educación de calidad para todos».

También menciona en este apostolado al sector social con obras como el Centro Gumilla, Causa Amerindia Kiwi y Servicio Jesuita de Refugiados.

Y completan este horizonte la pastoral en las parroquias a cargo de la Orden y la formación en la espiritualidad ignaciana junto al cultivo de nuevas vocaciones jesuíticas y formación de nuevos liderazgos juveniles.