El 7 de diciembre de 2018 quedó en la memoria de los venezolanos como una de las fechas más tristes de la historia del deporte que sin querer se cruzó en el camino de un grupo de delincuentes de las carreteras.
Un grupo de delincuentes de carretera colocaron una piedra en la vía, y sorprendió con conductor de la unidad. El resto ya es historia que pocos quieren recordar.
Horas antes, Cardenales de Lara y Leones del Caracas habían protagonizado un duelo en el estadio Universitario de Caracas como parte de los compromisos de la ronda regular. La derrota fue para Cardenales de Lara, divisa al que pertenecían Luis Valbuena y José Castillo para el momento de la tragedia.
Pese a la derrota, cusualidad o último regalo de la vida, ambos peloteros batearon imparables que fue a la postre los últimos retazos de la calidad de ambos jugadores para el público que lo seguía.
Justo después de esta derrota partieron en un vehículo particular el retorno a Barquisimeto, estado Lara y el destino ya le guardaba el momento inesperado.
Valbuena, en las buenas y en las malas
Para el momento de su muerte tenía 33 años. Nacido el 30 de noviembre de 1985 en Caja Seca, se desarrolló y se asentó como Infielder. En las Grandes Ligas jugó para Marineros de Seattle y Astros de Houston, entre otras divisas.
Luis Valbuena figuraba entre el grupo selecto de jugadores con más de de 1000 hits, y por su calidad en el bateo era conocido como el «jonronero».
Su historial también reseña que jugó para el equipo de sus amores hasta el día de su muerte al pasar 11 temporadas jugando para el mismo equipo: Cardenales de Lara.
José Castillo
Ya con los años recorridos en el béisbol, era uno de los más conocidos. Para el momento de su muerte Tenía 37 años.
Nació el 19 de marzo en Caracas, y su muerte ocurrió el 7 de diciembre de 2018 durante el mismo hecho en que falleció su compañero Lusi Valbuena. Ambos iban juntos.
Debido al poder en el bate, Castillo era conocido como «El Hacha». Es uno de los tres peloteros en Venezuela en dar más de 50 jonrones, 800 hits y .750 de OPS, además de ser parte de ese grupo del millar de incogibles, reseña Meridiano.
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