Madres en la frontera piden mejor calidad de vida

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Guasdualito
Fotos: Isaura Ramos

Las madres de la frontera se encuentran en una grave situación por la constante violación de los derechos básicos que merman su calidad de vida.

Acceso a la alimentación, fallas en los servicios básicos como el eléctrico y el servicio de gas, son solo algunos de los problemas que agobian hoy en día a las madres de la frontera.

Es por ello que consultamos a las madres de la frontera para conocer cuáles son los principales retos que enfrentan y en el marco del Día de las Madres, el mejor regalo que pudieran recibir.

Marina es una madre de frontera que lo que más le afecta es el servicio eléctrico y no poder trabajar por el confinamiento.

“Quitan demasiado la luz, no podemos trabajar y el otro problema es el gas. El mejor regalo para mi es que Dios nos libre de esta pandemia”, pide Marina.

Glenda no es madre aún, pero sus amigas que sí lo son sufren por no poder garantizar alimentos, medicinas, ropa y juguetes a sus hijos.

Ella desea “que algún día todo esto cambie y que las madres puedan garantizarle todo a sus hijos. El mejor regalo para las madres de la frontera es el reencuentro, que se puedan encontrar con sus hijos que han migrado”.

Isabel Parales es abuela y madre, se encarga de criar a su nieta y los dos principales problemas que enfrenta en esta labor es el problema eléctrico, que no le permite tener a su nieta tranquila, y la falta de gas doméstico.

“El calor y la plaga no nos dejan dormir y a la niña toca sacarla. No podemos cocinar con la cocina eléctrica y no hay gas», manifiesta.

El regalo que pide «es que no se vaya la luz y que abran la frontera lo antes posible”.

Sharon tiene dos hijos y el principal problema que enfrenta es el acceso a los alimentos y los medicamentos que le obligan a pasar la frontera para poder conseguir los productos para sus hijos.

“Ser madre en un país donde parece que nada es normal, es un reto. El mejor regalo es un cambio, merecemos que nuestros hijos estén bien, que no padezcan todo lo que padecen los niños de la frontera. Por eso es que hay mucha amigas que no se atreven a ser madres» relata.