La falta de teléfonos de alta tecnología y de conexión a Internet, limita el cumplimiento de las labores a distancia de los maestros en Ciudad Guayana.
Sin embargo, algunos maestros confesaron acudir a medidas como pedir dinero prestado para poder adquirir un teléfono nuevo y así mantenerse comunicados con sus alumnos y representantes.
Otros «comparten» la factura de Internet con aquellos vecinos que aún gozan del servicio para aprovechar la conexión inalámbrica vía WiFi.
Así es que la profesora Chiquinquirá Díaz ha podido continuar con las clases vía remota de sus alumnos, al contribuir con el pago de la factura de Internet de su vecino que equivale a casi 5 sueldos mínimos mensuales.
«Para dar cumplimiento a lo establecido por el Ministerio de Educación, Cada Familia una Escuela, recibo las asignaciones escolares a través de correos electrónicos, pero por falta de este servicio (de Internet), me he visto en la necesidad de pagar la mitad de la renta de uno de mis vecinos, cuya deuda es de 1 millón 900 mil bolívares al mes», contó a Radio Fe y Alegría Noticias.
«Así es como tengo una integración alumno – colegio», agregó.
Pero su sueldo de maestra no le alcanza para esto, además para mantenerse durante un mes, por lo que acude a un horno eléctrico que le prestan para sacar panes y dulces para la venta y así generar ingresos extra.
La falta de otro servicio básico, como el gas doméstico en su casa, le limita la producción.
«Como pueden ver, tengo a varios vecinos trabajando indirectamente para el colegio al cual trabajo. Todo esto lo hago en aras de poder lograr un poco más de dinero y poder cumplir con el pago del Internet, porque sin el, no puedo tener el trabajo al día», relató.