Maestros también alzaron su voz en Machiques

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Machiques maestros protesta
Foto: John Asthar Chacón

Con música, consignas y pancartas los docentes de Machiques protestaron este 5 de octubre, día mundial del maestro, por mejores condiciones laborales en un país cuya crisis no muestra su mejor cara.

Desde temprano, docentes jubilados y activos, y de instituciones públicas y privadas, se concentraron en las adyacencias de la Plaza Bolívar de manera pacífica en el marco de la jornada de protestas convocadas por los sindicatos magisteriales.

“(Protesto) por las precarias condiciones para ejercer. No nos alcanza nuestro sueldo para subsistir en este país”, lamentó Gabriela Madrid, quien es maestra en una institución pública que funciona en la ciudad.

Madrid ejerce la docencia desde 2009 y el sueldo que devenga quincenalmente es de 330 mil bolívares, lo que se traduce en 76 centavos de dólar a cambio oficial (lunes) del Banco Central de Venezuela.

Como ella, muchos reclaman mejoras en salarios, seguridad social y atención médica. Beneficios que se han visto reducidos a medida que avanza la crisis que afronta el país y de los que nadie da respuesta.

“Por ahora estamos a la espera a ver qué sucede para regresar a las aulas”, acotó.

“Lo hice por vocación”

“Señor ministro, recuerde que usted también es docente y está jubilado”, exclamó Aura Caraballo, docente jubilada con 26 años de experiencia en las aulas.

La profesora comentó que, a pesar de haber cursado una maestría, recibe del Ministerio de Educación como jubilada un pago mensual de 2 millones 26 mil bolívares lo que es igual a 4,64 dólares al cambio oficial.

“No se justifica que este ministro (de educación) que tenemos ahora nos tenga en esta condición. No tenemos nada”, lamentó a la vez que reconoció que, a pesar de las condiciones del Instituto de Previsión y Asistencia Social para el Personal del Ministerio de Educación, la plantilla que labora en el lugar “está dispuesto” a prestar el apoyo que sea necesario.

“Gracias a nosotros tenemos muchos profesionales”, mencionó.

El pago de la jubilación, dice Aura, no sabe en qué lo gasta; ha tenido que dedicarse a otras actividades como la costura para poder “medio solventar” su situación económica.

“Estoy haciendo un trabajo fuera de ser docente para poder subsistir”, insistió.

“Nunca me imaginé que esto iba a pasar, cuando me propuse estudiar educación lo hice porque me gustaba, por vocación. Antes teníamos un sueldo digno que nos alcanzaba para todo y ahora no nos alcanza ni para comer”.

Los representantes también lloran

“Tengo 38 nietos”, dice con aparente orgullo el señor Modesto Henríquez, quien asistió a la concentración de docentes para brindar su apoyo.

Afirma que le preocupa la calidad de la educación que se está impartiendo actualmente, pues asegura que con las condiciones que deben afrontar los maestros, estos no se motivan a brindar una buena formación académica a los estudiantes.

“Los maestros no haya cómo darle clases a nuestros hijos y nietos. Eso me afecta a mí porque ¿qué serán dentro de treinta años? ¿unos analfabetos? ¡no es justo!”, rechazó.