Maracaibo se prepara para la tradicional Bajada de la Virgen de la Chinita, que tendrá lugar este sábado 26 de octubre a las 5:00 de la tarde en la plazoleta de la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá.

El padre Nedward Andrade, párroco rector de la Basílica, informó este miércoles durante una entrevista en el programa De Primera Mano Tv, transmitido por Radio Fe y Alegría Noticias, cómo avanza la organización de este magno evento religioso. 

Durante la noche de ayer, llegó el tobogán que permitirá el simbólico descenso de la Reina Morena, recorrido que renueva la fe de los zulianos cada año.

Las fiestas patronales 2024 tienen como lema “Chiquinquirá: camino de esperanza y paz ¡125 años consagrados a su Hijo!”, en conmemoración de los 125 años de la consagración de Venezuela al Santísimo Sacramento del Altar. 

“Una invitación a que valoremos y vivamos la eucaristía, la presencia real de Jesucristo y la impronta que debe tener para nosotros los cristianos católicos de ser hombre y mujeres de la eucaristía, lo cual supone civilidad, comunión y respeto”, resaltó el padre Andrade. 

Detalles logísticos

La eucaristía de la Bajada será presidida por monseñor Enrique Pérez Lavado, obispo de Maturín, y la misa solemne del 18 de noviembre estará a cargo del nuncio apostólico, Alberto Ortega, quien recientemente llegó desde Chile a Venezuela.

La novedad de este es que se dispondrán 20.000 sillas en la plazoleta para la comodidad de los asistentes, anticipando una afluencia de más de 200.000 personas, similar a la del año pasado. 

Los accesos se abrirán a las 3:00 de la tarde y se perfeccionará la logística para garantizar orden y seguridad.

El padre Andrade recordó a los feligreses la importancia de acatar las indicaciones de los cuerpos de seguridad y prevención, así como del equipo de protocolo de la Basílica. 

Recordó que la plazoleta se convierte en un templo a cielo abierto, por lo que hay que comportarse con respeto, así como acudir preparados con agua, sombrilla, protector solar e incluso algún aperitivo. “Ir con el corazón y el alma abierta a la acción de Dios a través de nuestra madre”. 

Mantos de la Virgen 

El padre Andrade explicó que el manto que la Virgen lucirá durante la bajada este sábado 26 de octubre está inspirado en María como intercesora, pidiendo paz para el mundo. 

El diseño hace referencia al Año Jubilar que iniciará en diciembre y se extenderá durante todo el 2025 y refleja un llamado a la oración por la paz global.

Asimismo, el manto de la aurora está marcado por el signo paulino de la esperanza cristiana, representado por un ancla. “El ancla y los colores evocan esa esperanza que estamos llamados a vivir y que los cristianos debemos incrementar en medio de las dificultades”, señaló. 

Para la solemne misa del 18 de noviembre, la Chinita vestirá un manto conmemorativo de los 125 años de la consagración de Venezuela al Santísimo Sacramento, que lleva la bandera de Venezuela y unas manos en oración.

Finalmente, durante la procesión parroquial, portará un manto que evoca una red con los continentes, simbolizando el Sínodo de la Sinodalidad que se está llevando a cabo en Roma.

“El manto es signo de la protección de una madre que acoge, abriga y protege. ¿Quién de nosotros no quiere seguir siendo protegido y abrigado por nuestra madre en estos tiempos tan duros que nos tocó vivir?”, reflexionó el padre Andrade. 

Más de 40 días de fiesta

El párroco rector de la Basílica destacó que las fiestas patronales se extenderán por más de 40 días, desde la tradicional Bajada hasta la celebración de la Aurora, el 30 de noviembre. Además de actividades previas como el Potazo Chiquinquireño y las caravanas. 

Hizo mención de las cuatro festividades principales: la Bajada, que representa el reencuentro de la Virgen con su pueblo; la solemnidad del 18 de noviembre, que conmemora los 315 años de la renovación milagrosa de la tablita; la misa y procesión parroquial; y finalmente, la Aurora, que se celebra el 30 de noviembre, con una eucaristía a las 11:00 p.m. y una procesión que culmina al amanecer. 

Añadió que las mañanitas del 17 de noviembre, en las que se canta el cumpleaños a la Virgen, se están convirtiendo en otro momento de gran espiritualidad.

“Estas celebraciones buscan mover nuestra vida espiritual, todo lo que tiene que ver con el amor, la comunión y la fraternidad que tanta falta nos hacen”, afirmó.

Andrade enalteció la colaboración de los más de 1.000 servidores de María, además de las 21 realidades pastorales que conforman grupos de apostolado, cofradías y el Comité de Damas de las hijas de María. 

Enfatizó que ese equipo, junto a la Pastoral de Multitudes, se encarga de garantizar el éxito de las celebraciones, con el apoyo de benefactores y del gobierno en sus distintos niveles: nacional, regional y municipal.

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