El doctor Huníades Urbina es el Presidente de la Sociedad de Pediatría. También ocupó la dirección del hospital JM de Los Ríos.
Este 10 de marzo él y sus colegas médicos deberían festejar su día. Pero tajantemente dice que el médico en Venezuela no tiene nada qué celebrar pero «sí conmemorar la dignidad y honestidad de los médicos venezolanos formados en las universidades tradicionales de Venezuela».
¿Pero por qué razones, este 10 de marzo, no celebran los galenos venezolanos?
Para Urbina la respuesta le sale a flor de piel. Apunta en primer lugar porque al ver el deterioro del sistema de salud venezolano; al ver el sufrimiento de la población venezolana porque no puede acceder a un sistema de salud digno, que le corresponde como ciudadanos y no como militantes de algún pensamiento político, «eso nos da mucha frustración porque los médicos estamos acostumbrados a ejercer una medicina de calidad, con instrumentos de avanzada tecnología».
Rememora que Venezuela fue hasta el año 2005 pionera en América Latina en muchas áreas de la medicina. Fue receptora de médicos para formarse porque en esa época no habían muchos postgrados en otros países.
Pero tristemente, advierte, «la crisis ha provocado que el 22% de los médicos venezolanos haya tenido que emigrar».
Pliego Nacional de Conflicto.
Los médicos están también integrados en esta propuesta que ha venido promocionando el diputado Juan Guaidó como «todas las luchas gremiales es una sola lucha».
Pero la pregunta clave es ¿Han servido de algo las movilizaciones y protestas de los médicos, las enfermeras, otros gremios, para mediar con el gobierno?
Y Urbina sentencia que «en lo absoluto. Todas las manifestaciones, todos los pliegos conflictivos, todas las comunicaciones que se han enviado desde la Academia Nacional de la Medicina, de la Sociedad de Pediatría a las autoridades de la salud en Venezuela, han caído en un pozo sin fondo.
Se queja de que no han tenido un interlocutor válido para que se sienten a conversar con ellos que son los que tienen el conocimiento técnico.
Agrega que el gobierno ve en las sociedades científicas y gremios como opositores y enemigos cuando lo que son es servidores de la Nación.
JM de Los Ríos con medidas cautelares de «adorno»
El médico pediatra, dice, tuvo el honor de entrevistarse con la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en comité privado junto con las madres en este hospital infantil.
Fue la misma Bachellet la que posteriormente solicitó una reunión solamente para abordar la situación de este centro de salud. «Se le informó. Se le entregaron evidencias. Y se le reiteró que existen medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre 12 servicios del hospital y los pacientes. Y el gobierno nacional se hace oídos sordos», apunta Urbina.
En este punto aclaró que el motivo de hacer una demanda internacional surge porque al TSJ le pareció que lo que presentaron junto a Cecodap había sido insuficiente.
«Hay más de 50 expedientes de niños que estaban muriendo y que en la época estaban vivos y ya no están por desidia gubernamental».
Eso significa que las medidas cautelares, además de hacer visibles los problemas de salud y la violación consuetudinaria de los derechos de salud de niños, niñas y adolescentes, hacen recomendaciones «para que un Estado serio, responsable de la salud de sus habitantes debería tomar en consideración estas medidas y haciendo las modificaciones que a bien consideren». Y nada de eso ha sucedido.
¿Y el coronavirus en Venezuela?
A principios de esta semana el Ministerio del Poder Popular para la Salud dio a conocer un listado de hospitales públicos que en Venezuela estarían aptos para atender casos sospechosos de la enfermedad mundial.
La información fue desacreditada por algunos profesionales del gremio médico porque consideran que ningún centro de salud en el país está preparado para afrontar la epidemia.
Huníades Urbina confiesa que recibieron un llamado del viceministerio de hospitales y acudieron en nombre de las sociedades científicas y médicas y pensaron que era para consultarles sobre los protocolos que tienen la OPS y la OMS.
«En realidad, fue una encerrona para decirnos otras cosas y aparentar que nos hicieron la consulta».
La OMS informó que Haití y Venezuela son los países de América Latina que más alto riesgo tienen de que sean afectados por coronavirus por la debilidad en sus respectivos sistemas de salud.
Ante este vaticinio el galeno señala que en el país sí hay casos sospechosos «pero los tienen muy cerrados y callados para no producir angustias. Pero más angustia para un pueblo es que no conoce la información que es lo primero que indica la Organización Mundial de la Salud».
Es decir, suministrar información de todos los detalles de la situación epidemiológica.
Los profesionales de la salud denuncian que no hay los insumos necesarios, no hay las mascarillas en cantidades suficientes.
«Tal vez si llega un caso se puede manejar. Pero si sucede parecido a lo que pasó en Italia, Irán o la misma China, la situación va a ser inmanejable porque se sigue con el déficit en los hospitales de insumos, de medicamentos, de terapias intensivas».
Hace recordar que desde hace 15 días se cerró la terapia intensiva del JM de Los Ríos. «Si bien los niños son los menos afectados con un 1%, en Venezuela con niños en desnutrición y sin vacunas son más susceptibles de enfermarse».
También hizo recomendaciones sobre los adultos mayores «que puedan tener una cardiopatía, problemas pulmonares porque son los más propensos de salir contagiados.
Hay que estar muy atentos, documentarse e informarse con publicaciones científicas y no hacerle caso a los charlatanes de oficio, termina rematando el pediatra.