Casi 5 mil agentes estatales se unieron el sábado 30 de octubre al paro convocado para protestar por sus precarias condiciones de jubilación y en reclamo de mejoras laborales, según informó el Negociado de la Policía.
En un comunicado de prensa, el comisionado de la Policía Antonio López Figueroa confirmó que entre durante el fin de semana se ausentaron de sus puestos de trabajo un total de 4 mil 963 uniformados.
Se calcula que la Policía cuenta habitualmente con unos 10.400 agentes activos de un total de 12.057, por lo que, en ese momento, poco más de la mitad de los agentes disponibles estaba trabajando.
Ante esta situación, varios municipios de Puerto Rico decretaron ayer el estado de emergencia a través de órdenes ejecutivas que, entre otras medidas, suspendieron libranzas y extendieron los turnos de trabajo de las policías municipales.
Cuarteles vacíos
La huelga, que se prolongaó todo el fin de semana, dejó muchos cuarteles prácticamente vacíos y obligó a la Policía a activar el plan contemplado para este tipo de emergencias.
El plan prevé la activación de agentes de unidades especializadas, de policías municipales, de agentes federales de Estados Unidos y otras agencias como el Cuerpo de Vigilantes del Departamento de Recursos Naturales y el Negociado de Investigaciones Especiales (NIE).
El paro busca denunciar que los agentes de la Policía estatal nunca cotizaron para el Seguro Social y se jubilan con pensiones equivalentes al 35 % de su salario más alto y sin plan médico.
Miembros del Gobierno se han reunido con la directora ejecutiva de la Junta de Supervisión Fiscal (JSF), Natalie Jaresko, para buscar alternativas que beneficien a los miembros del Negociado de la Policía de Puerto Rico.
La JSF es una entidad establecida por el Congreso en Washington que tiene como objetivo controlar la política económica del Ejecutivo de San Juan y ayudar en la reestructuración de la multimillonaria deuda del Estado Libre Asociado.
Fuente: DW