Ministro de Defensa de Perú renuncia tras polémicos ascensos militares

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Ayala había lamentado día atrás que se esté “politizando” el tema. Foto: El Comercio

El ministro de Defensa de Perú, Walter Ayala, renunció este domingo de manera irrevocable al cargo, en medio de la polémica que se desató desde hace una semana en el país por las denuncias de presiones en los ascensos de altos mandos militares y la destitución de los jefes del Ejército y la Fuerza Aérea.

Ayala anunció su decisión en un mensaje publicado este domingo en su cuenta en la red social Twitter, en el que defendió la legalidad de su actuación y cuestionó la «politiquería» que, aseguró, está impidiendo gobernar al izquierdista Pedro Castillo.

«He demostrado fehaciente actuación legal y correcta en el proceso de ascenso y relevo militar», enfatizó en su mensaje.

«¡Dejen Gobernar!»

Ayala sostuvo que, a pesar de ello, asume la «total responsabilidad política del mismo» y que, por ese motivo, «como demócrata» renuncia «irrevocablemente» al Ministerio de Defensa.

«Gracias presidente Pedro Castillo», añadió antes de concluir: «basta de politiquería ¡Dejen Gobernar!».

Ayala confirmó su dimisión después de haberse presentado el viernes ante la comisión de Defensa del Congreso para dar explicaciones por los ascensos de militares y luego de que el Legislativo aprobara una moción para interpelarlo sobre el mismo tema, con el objetivo explícito de la oposición de censurarlo.

Investigación por presuntas agresiones

Ayala ya había puesto el lunes pasado su cargo «a disposición» de Castillo, luego de que el ex comandante general del Ejército José Vizcarra asegurara que él y el secretario general de Palacio de Gobierno, Bruno Pacheco, le pidieron el ascenso irregular de dos coroneles, algo a lo que no accedió.

Esta denuncia abrió una nueva polémica en el país, ya que Vizcarra y el entonces comandante general de la Fuerza Aérea Jorge Chaparro, quien también denunció un pedido similar, fueron pasados al retiro tan solo tres meses después de asumir sus cargos.

Durante la semana, Ayala se mantuvo en el cargo tras señalar que tiene «la conciencia limpia» y afirmó que los dos ex jefes militares «han vendido humo» y se han «metido en política».

Sin embargo, la fiscal general de Perú, Zoraida Ávalos, inició el jueves una investigación preliminar en su contra por las «presuntas presiones ejercidas» en los ascensos de altos mandos militares.

En medio de la polémica, el presidente Castillo ha ratificado durante los últimos días su «respeto irrestricto a la institucionalidad» de las Fuerzas Armadas, a las que calificó de «garantes de la integridad territorial, el Estado de derecho y el orden constitucional».

Fuente: AFP, @walterayala3000