Agentes de la Policía Nacional de Nicaragua detuvieron el viernes 8 de septiembre al sacerdote Osman José Amador Guillén (36 a) de la diócesis de Estelí, informó este domingo 11 el portal católico Aci Prensa.
El párroco estaba dentro de la catedral en reunión con otros religiosos y por pedir oraciones por el obispo Rolando José Álvarez, se lo llevó el cuerpo de seguridad de ese país sin una orden judicial cerca de la medianoche.
Amador Guillén resultó ser el último director de Cáritas Estelí que cerró el gobierno de Daniel Ortega en marzo de este año.
Por otra parte, la Policía Nacional ni otras autoridades confirman o niegan la detención de Amador Guillén.
Ese religioso se convierte en el octavo cura que detiene la Policía Nacional, incluido el obispo Rolando Álvarez, a quien condenaron a 26 años de prisión por “traición a la patria”.
Las relaciones del Gobierno de Ortega y la Iglesia católica viven momentos de gran tensión, marcadas por la expulsión y encarcelamiento de sacerdotes, la prohibición de actividades religiosas, y la suspensión de sus relaciones diplomáticas.
Recientemente, el 25 de agosto, el arzobispo emérito de Los Teques Ovidio Pérez Morales se solidarizó con los religiosos de la Compañía de Jesús en Nicaragua, cuyo gobierno confiscó la Universidad Centroamericana y canceló la personería jurídica de la Orden en ese país.
En su cuenta de la red social X, el también expresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana escribió que “el seguimiento fiel al Señor tiene sus consecuencias”, en clara alusión al alto precio que han tenido que pagar los jesuitas al contrariar las arbitrariedades del gobierno de Ortega y Murillo y defender los derechos humanos de los ciudadanos.
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