Tras la eliminación del gobierno interino, promovida principalmente por Primero Justicia (PJ), miembros de ese partido ocupan la presidencia de la Asamblea Nacional (AN) extendida de 2015, la coordinación del Consejo de Administración y Protección de Activos y la jefatura de la delegación de la Plataforma Unitaria que negocia con Miraflores en México, entre otros espacios.
Politólogos señalan que los últimos movimientos de la tolda aurinegra, presidida por María Beatriz Martínez, forman parte de una dinámica de cambios en el seno de la oposición, apoyados por otras fuerzas mayoritarias como Un Nuevo Tiempo (UNT) y Acción Democrática (AD), tras el desgaste del interinato, que apuntan a la estrategia de regresar a la ruta electoral como única vía para lograr el cambio político en el país.
Pero a juicio de los analistas Tony Frangie Mawad y de Juan Salvador Pérez, consultados por Efecto Cocuyo, las organizaciones políticas no están haciendo lo suficiente para generar confianza en la gente, toda vez que los cambios se producen en un ambiente de enfrentamientos y señalamientos mutuos entre dirigentes opositores, que alimentan la división a la que apuesta el chavismo para seguir ganando elecciones.
Lo que buscaría PJ
En la instalación de la AN de 2015, el pasado 5 de enero, fue designada Dinorah Figuera de PJ como presidenta del Parlamento con mayoría opositora, acompañada en la primera y segunda vicepresidencia por Marianela Fernández de UNT y Auristela Vásquez de AD.
Posteriormente, dicha directiva designó el Consejo de Protección de Activos, coordinado por Gustavo Marcano de PJ e integrado por representantes del resto de las organizaciones, incluyendo VP.
«Estos desplazamientos, esta toma de espacios por parte de PJ, están en un contexto de reconfiguración del poder dentro de la oposición por el colapso del gobierno interino de Juan Guaidó, en el que Voluntad Popular (VP) tenía un peso muy grande, pero sufrió desgaste, pérdida de legitimidad, falló su estrategia , le ganó la inercia y se convirtió en un barco varado en una isla», expresó el politólogo Tony Frangie Mawad.
A partir de allí, señaló el también periodista, y de mucho conflicto interno en las filas opositoras, la decisión fue dejar de lado las salidas insurreccionales o inmediatistas a las que a su juicio, apostaban más VP y otros factores del antichavismo como María Corina Machado y enfocarse en el rescate de la ruta electoral. En ello, advirtió, PJ juega un rol importante.
AN de 2015 designa Consejo de Administración y Protección de Activos con “cuotas” de partidos
Vale recordar que en 2020, mientras desde el gobierno interino, Guaidó se inclinó por la no participación de la oposición en las elecciones parlamentarias por falta de garantías, otro sector de la oposición con Henrique Capriles de PJ a la cabeza, el dirigente de UNT, Stalin González y la participación del representante para Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE) Josep Borrell intentó negociar con Miraflores condiciones electorales.
No hubo resultados, salvo evitar que la tarjeta de PJ apareciera en el tarjetón electoral, controlada por los diputados disidentes, Luis Parra y José Brito. Posteriormente, para las elecciones regionales de 2021, dicho sector de la oposición más la participación del Foro Cívico volvió a negociar, al margen del interinato, y logró que se designaran dos rectores principales no afines al chavismo en el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Para dichos comicios regionales, la oposición acudió con la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), reactivada producto de las negociaciones, y conquistó cuatro gobernaciones y 123 alcaldías.
Fuerza de transición
«PJ se ve a sí misma como una fuerza de transición, una oposición moderada que planea negociar con el chavismo y tratar de redemocratizar el país desde adentro, no buscando un cambio de régimen sino abrir espacios dentro del sistema chavista para intentar reinstitucionalizar el país de esa manera, para llegar a un balance de fuerzas dentro de las instituciones del Estado, lo cual es complejo» apuntó Frangie Mawad.
Sostuvo incluso que Capriles, quien ha afirmado que se ha reunido con embajadores de algunos países en el rescate de apoyos para la lucha democrática, se ve a sí mismo, como un «candidato de transición», puesto que no es percibido como el más radical por parte del gobierno de Nicolás Maduro, en comparación con otros.
Algo similar ocurre con el gobernador del Zulia y máximo dirigente de UNT, Manuel Rosales. De allí que el líder de VP, Leopoldo López, lo señalara junto a Capriles, de «pactar» con el chavismo para sabotear la elección primaria y ser posibles candidatos de consenso.
No es casual que tras afirmaciones de López, según las cuales, Miraflores habría infiltrado a la delegación opositora en México a través de Tomás Guanipa de PJ y Luis Emilio Rondón de AD, la Plataforma Unitaria dirigida en la mesa de conversaciones por Gerardo Blyde, también miembro de PJ, emitiera un comunicado en respaldo a las negociaciones y luego diera una rueda de prensa en la sede del partido aurinegro para hablar del acuerdo social suscrito el 26 de noviembre.
Para Frangie Mawad, la estrategia de PJ, con el respaldo de la mayoría parlamentaria, también pasa por «bajarle el volumen» a la AN de 2015 y preservarla como un instrumento para mantener lazos con gobiernos aliados como EEUU y para el manejo de activos como pieza importante en las negociaciones.
«Le han bajado el volumen para moverse en una dinámica de reinsertarse en el sistema actual del país, en lugar de romperlo o de crear un sistema paralelo, y mover más las decisiones políticas hacia la Plataforma Unitaria en México», agregó.
¿Resultará la estrategia?
Para el politólogo Juan Salvador Pérez, si la oposición venezolana, con o sin nuevo dominio de PJ en sustitución del interinato y de VP, no entiende que debe crear vínculos sociales, reconectarse con las necesidades de la gente y generar institucionalidad a partir del fortalecimiento de sus propios partidos políticos, no logrará recuperar la confianza ciudadana.
«Yo no veo a los partidos en las comunidades, puede que estén en las redes sociales pero no se ven en contacto real con la gente. Ni ellos mismos se han convertido en instituciones creíbles y no están atendiendo las necesidades de las personas. Nadie siente hoy, un ciudadano de a pie, que determinado partido puede solucionarle su situación, nadie lo ve, probablemente no estén para eso los partidos, pero nadie siente que tienen una utilidad real», advirtió.
El también abogado y director de la Revista Sic del Centro Gumilla, considera que buena parte de los partidos tradicionales, representados en la AN de 2015, están en crisis en términos de credibilidad ante la población y que de no revisarse no obtendrán resultados distintos a las estructuras anteriores que dirigieron a la oposición.
«No tiene sentido el cambio de quítate tú para ponerme yo, lo que hace falta son partidos políticos que entiendan las necesidades de la gente, de institucionalidad y de vínculos sociales», reiteró.
Luego de varios años y de cara a las elecciones primarias y los comicios presidenciales de 2024, partidos como PJ, UNT y VP han adelantado procesos internos para la legitimación de su dirigencia nacional, estadal y municipal, esfuerzo que se ha visto opacado por los enfrentamientos exhibidos con la eliminación del interinato.
Garantías electorales
Frangie Mawad señaló igualmente que el éxito de la nueva estrategia, que acotó, aún no está clara ante la gente debido a las disputas internas, dependerá de la movilización popular y la articulación entre los diferentes sectores de la sociedad civil y de los factores políticos en torno a un fin común que es asegurar mayores garantías democráticas para las venideras elecciones. Para ello, apuntó, también son importantes las negociaciones en México.
«La mayoría de las encuestas señalan que la gente quiere votar y está dispuesta a hacerlo, pero hay una desconfianza muy grande en los partidos de oposición y en el proceso y no están haciendo lo suficiente para ganarse la confianza de los venezolanos, siguen sin una estrategia clara. No basta con ser antichavismo, porque la gente no cree en ninguno de los dos bandos. La oposición perdió la fuerza movilizadora que tenía, deben mejorarle la oferta al país, ofrecerle garantías» subrayó.
Mientras las conversaciones de México parecieran estancarse de nuevo por la falta de avances en el acuerdo social suscrito entre las partes el 26 de noviembre, la Comisión Nacional de Primaria, designada por la Plataforma Unitaria Democrática que dirigen AD, PJ, UNT y VP más seis partidos minoritarios, intenta ser el articulador de los esfuerzos de diversos sectores, con el objetivo de lograr primarias presidenciales confiables para la gente.
Por Deisy Martínez/Efecto Cocuyo