«O compro los útiles o compro comida». Este es el dilema que tiene una madre de Guasdualito, Apure, ante el retorno a los salones de clases de todos los estudiantes en el país.
Luego de más de año y medio de suspendida la presencialidad, este regreso implica una inversión económica para las familias pero que en este momento resulta casi imposible para Laudis Barros, madre de 3 niños en edad escolar que requieren de uniformes, lápices, cuadernos y hojas blancas.
Esta madre se debate entre comer o comprar la dotación escolar a sus hijos. «Sobre la compra de útiles la cosa está fuerte. Tengo 3 niños estudiando en prescolar, primaria y liceo».
Aunque admitió que en las escuelas no exigen útiles nuevos sino de reciclaje o usados, Barros señaló que a pesar de esta aparente ventaja «el problema es que tengo 3 hijos. Al prescolar, por ejemplo, tengo que llevarle sus hojas, sus creyones, sus témperas y sus otras bromas».
Y es que en esta población fronteriza del Alto Apure todas las cosas y servicios se pagan en pesos colombianos y por ende son más costosas. La moneda nacional, el bolívar, ya no tiene vigencia en los comercios.
Todo esto lo va contando a los micrófonos de Radio Fe y Alegría Noticias mientras el más pequeñito de sus hijos, el de educación inicial, llora en el fondo porque tiene hambre.
«Pueden ir sin uniformes»
Sobre el tema de los uniformes, Laudis contó que «si, las profesoras hicieron una reunión y ellos no exigen uniformes porque como ellas también son madres y saben que la situación que estamos pasando ahorita y dijeron que los niños pueden ir sin uniformes, y el que lo tenga que lo lleve».
Si recomendó a las otras madres la importancia de que «los niños lleven su ropita de salir limpia y presentable en caso de que no tengan los uniformes».
Dijo estar de acuerdo con la vuelta a clases presenciales porque es una necesidad para los muchachos. Pero primero le ora mucho a Dios «para que nuestros niños estén sanos y que no vayan a pasar casos de COVID-19».
En este sentido cree necesario que «nosotros como madres (tenemos que) hablarles a nuestros hijos de cómo cuidarse porque ya ha pasado bastante tiempo de que los niños no van a la escuela y a ellos les hace falta volver».
También aconsejó proveerles «en lo que se pueda» de los implementos de protección «como su tapaboca, su alcohol, su potecito de agua».
Laudis asume el compromiso de enviar al trío de sus retoños al inicio de un nuevo año escolar. Está alerta de no hacer una gran inversión en estos momentos, además porque no tiene, en la compra de útiles escolares porque teme que se presente una nueva suspensión de las clases presenciales por algún otro factor.