Alrededor de unos 115.000 trabajadores sanitarios murieron de la COVID-19 desde el inicio de la pandemia, indicó este lunes el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
«Muchos se han contagiado entre ellos mismos, y aunque los informes son escasos, calculamos que al menos 115.000 trabajadores sanitarios y de cuidados han pagado el precio; al servicio de otros», agregó Adhanom.
Además, Tedros Adhanom Ghebreyesus volvió a denunciar la «escandalosa desigualdad» de acceso a las vacunas en el mundo, que «perpetúa la pandemia» y explicó que más del 75% de todas las vacunas se han administrado en solo diez países.
«No hay forma diplomática de decirlo: un pequeño grupo de países que fabrican y compran la mayoría de las vacunas, controlan el destino del resto del mundo», afirmó.
Por otra parte el jefe de la OMS dijo que «El número de dosis administradas hasta ahora en todo el mundo habría sido suficiente para cubrir a todos los trabajadores sanitarios y a los ancianos, si se hubieran distribuido de forma equitativa», añadió.
Fuente: AFP
