Para complacencia de Estados Unidos, México rompe récord en detenciones de migrantes: 206 mil 885 en los primeros siete meses de este año, 985 por día. A tono con el endurecimiento de la política en esta materia –en la que abundan los abusos y arbitrariedades– y con la Guardia Nacional bajo control total de la Sedena, la migración se convirtió, de facto, en un asunto militar. A la par, Hacienda autorizó para el INM un gasto tres veces mayor al presupuestado. Una parte se fue en financiar las deportaciones, pero otra —230 millones de pesos— se esfumó en esquemas de corrupción.
Bajo la presión de Washington, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador endureció aún más su política de contención migratoria y multiplicó los operativos combinados entre los soldados de la Guardia Nacional y el Instituto Nacional de Migración (INM) en los puntos fronterizos, las carreteras y los aeropuertos, hasta alcanzar la cifra récord de 206 mil 885 personas detenidas en apenas siete meses, al ritmo promedio de 985 personas por día, reseñó el portal digital mexicano Proceso.
Desde sus canales oficiales de comunicación, el INM presumió que, tan sólo el 22 de septiembre pasado, detuvo a 3 mil 263 personas originarias de 50 países. El discurso oficial del gobierno mexicano plantea que esas personas fueron “rescatadas”, pues “se evitó que su vida corriera peligro a su paso de manera irregular por territorio mexicano”.
Más de 60 mil personas deportadas
De las personas detenidas entre enero y julio de este año, 125 mil provenían de Centroamérica y 74 mil 141 de Sudamérica y el Caribe, especialmente de Cuba, Colombia y Venezuela, un claro incremento exponencial. Hasta julio pasado el gobierno mexicano había deportado a 64 mil 860 personas a sus países de origen, casi todos a Centroamérica.
Las detenciones registradas entre enero y julio rebasaron los 198 mil arrestos reportados durante 2015, el año en que el entonces presidente Enrique Peña Nieto puso en marcha el polémico llamado Programa Frontera Sur, desatando una cacería de migrantes en todo el país mediante miles de operativos del INM, de la mano de la extinta Policía Federal y de militares.