Fuentes del gobierno ucraniano reportaron este domingo 6 de marzo que quedó «casi completamente destruida» la ciudad de Borodyanka, al noreste de la capital del país, Kiev, por bombardeos y ataques de tropas rusas.
Las autoridades regionales de Kiev reportaron que «allí no hay agua ni electricidad… No hay Borodyanka. Está casi completamente destruida. El centro de la ciudad es simplemente horrible. Borodyanka está bajo la influencia de las tropas rusas; ellos controlan este asentamiento”».
Aunque por lo pronto en los primeros boletines no se reportan víctimas mortales ni heridos tras los bombardeos las imágenes de medios internacionales muestran la fuerte devastación de la ciudad.
Mientras, el gobierno de Boris Johnson, Reino Unido, reveló información de inteligencia que detalla el avance de las tropas rusas. Según este informe, las fuerzas rusas rodean las ciudades de Jarkov, Chernihiv, Mariupol y Sumy.
Este sábado, el propio presidente de Ucrania Volodimir Zelensky denunció que Rusia había violado el alto al fuego y seguía atacando la zona de Mariúpol en donde se había acordado instalar un corredor humanitario para evacuar civiles.
También cuestionó severamente a la OTAN y al gobierno de Estados Unidos por no bloquear el espacio aéreo a la aviación militar rusa y sentenció que «por culpa vuestra habrá más muertos».
Declaraciones que fueron respaldadas por el canciller ucraniano, Dmytro Kuleba, quien le manifestó a su homólogo estadounidense Antony Blinken, en un encuentro el sábado en la frontera de Ucrania con Polonia, que su país necesita más aviones de combate y sistemas de defensa aérea y calificó de “señal de debilidad” la posición de la Organización y del gobierno de Joe Biden.
Se espera que este lunes 7 de marzo se efectúe una tercera ronda de conversaciones entre las delegaciones de Ucrania y Rusia. Una tanda que llega precedida de una extrema desconfianza entre ambas partes ante el fracaso de las dos primeras.