El opositor al Kremlin ha perdido 15 kilos desde que entró a prisión en marzo, alertó su equipo. La alimentación forzada de un preso en Rusia es autorizada por la ley, lo que activistas consideran es una tortura.
Las autoridades rusas amenazaron con alimentar por la fuerza al opositor Alexei Navalny, en huelga de hambre en el centro penitenciario donde se encuentra detenido, indicó el equipo del opositor este lunes 12 de abril.
«Pesa 77 kilos», es decir siete menos desde que inició la huelga el 31 de marzo y un total de 15 desde que entró a prisión. «Visto lo serio de la huelga de hambre, la administración (penitenciaria) lo amenaza a diario con alimentarlo por la fuerza», alertaron en Twitter los aliados del crítico del Kremlin.
La alimentación forzada de un preso en Rusia es autorizada por la ley y puede hacerse oralmente, por vía rectal o por intubación.
Dicho tratamiento es considerado como una forma de tortura por activistas de derechos humanos.
Navalny, de 44 años, anunció el 31 de marzo que había decidido dejar de alimentarse para protestar contra sus condiciones de detención en el campo número 2 de Pokrov, a 100 km al este de Moscú.
El opositor regresó a Rusia en enero tras cinco meses de convalecencia en Alemania, luego de sufrir un envenenamiento en agosto y cuya responsabilidad imputa al gobierno de Vladimir Putin.
Al llegar a suelo ruso, fue inmediatamente detenido y posteriormente condenado a dos años y medio de cárcel por un viejo caso de fraude que Navalny considera tiene motivaciones políticas.
Con información: afp,reuters,dw