El abogado del capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo, Alonso Medina Roa, calificó la sentencia de sus dos homicidas como «insuficiente» asegurando que no se tomó en cuenta la tortura.
Así lo dijo este martes 24 de septiembre al informar que el tribunal 36 de Control del Área Metropolitana de Caracas sentenció al teniente Ascanio Antonio Tarascio y el sargento Estiben Zárate a seis años y ocho meses de prisión por el delito de homicidio preterintencional concausal.
Roa explicó que en la condena no se imputó el delito de tortura, cuya pena es de quince a veinticinco años, segúna la Ley Especial para Prevenir y Sancionar la Tortura y Otros Tratos Crueles, Inhumanos o Degradantes.
Además, el abogado expresó estar insatisfecho pues no se determinó la responsabilidad de la cadena de mando, que debía velar por la integridad del capitán.
La sentencia es un «Monumento a la impunidad»
Mientras tanto, director vicepresidente de Foro Penal, Gonzalo Himiob, consideró la sentencia un «Monumento a la impunidad de violaciones graves de Derechos Humanos».
Por medio de un mensaje colgado en Twitter, Himiob explicó que el homicidio preterintencional concausal es un delito común que desconoce que los responsables de la muerte de Acosta Arévalo actuaban en representación del Estado y los acusa como sujetos individuales.
Además, coincidió con el abogado de la víctima al asegurar que la sentencia «desconoce las normas sobre tortura vigentes» no considera si se cometieron crímenes contra los Derechos Humanos.
Himiob sigue explicando que con la sentencia se entró en una contradicción, pues admite que los acusados atacaron a la víctima durante su custodia pero que el hecho «fue más allá de su intención de lesionar». «Si lo lesionaron en custodia, la única conclusión posible es que fue torturado», señaló.
«En otras palabras, lo mataron sin querer», señaló, concluyendo que en crímenes como el del capitán de corbeta no sólo debe procesarse a los autores materiales, «sino a todos los que debieron haberlo evitado y los que intervinieron como coautores».
Sin embargo, con la actual sentencia, señala, la cadena de mando quedó «a salvo» y libre de responsabilidad.