Según el director del Servicio Jesuita a Refugiados de Venezuela (SJR) Eduardo Soto, la declaratoria de cuarentena en todo el territorio nacional ha afectado la situación de las personas que van hacia Colombia y se regresan a Venezuela “muchos de ellos no tienen un lugar para resguardarse y cumplir con esta medida”.
Soto asegura que el contexto que se vive en las fronteras es frágil pues no se cuenta con un servicio de salud adecuado, tampoco existe un sistema de transporte apropiado en caso de hacer frente a cualquier emergencia.
El también sacerdote jesuita cuenta que desde el SJR han venido acompañando a los migrantes pendulares:
“Ellos hacen su vida en la frontera y obviamente con esta declaratoria de cuarentena esa situación se ha afectado mucho. Lo que más nos preocupa es que muchos de ellos no tienen hogar, no tienen un lugar para resguardarse y así cumplir con la medida de aislamiento”.
Eduardo Soto
De acuerdo con registros de Migración Colombia en 2019, 40 mil venezolanos cruzaron a diario la frontera entre ambos países y solo 2.000 se quedan en territorio neogranadino, el resto se regresa a Venezuela.
Según una investigación de Radio Fe y Alegría Noticias, 60% de los migrantes pendulares son mujeres y el resto hombres. 30% son personas de entre 21 y 40 años y 70% son menores de 21 años.
Soto hizo un llamamiento a las comunidades cercanas en las fronteras para que acojan a las personas que se han quedado varadas entre ambos países y así puedan cumplir con la cuarentena.
“Yo quiero rescatar el cómo estas comunidades en medio de la Emergencia Humanitaria Compleja (EHC), en medio de la situación de carestía, en medio de lo frágil que puedan ser las instituciones del Estado en esas zonas, han sabido resistir, han sabido mantener su humanidad intacta, han sabido articularse como comunidad”, resalta el director del SJR de Venezuela.