Superior de los jesuitas apuesta por rescatar la institucionalidad en el país

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El Superior Provincial de la Compañía de Jesús en Venezuela, Rafael Garrido, expresó que el deterioro en los servicios públicos en Maracaibo es una gran injusticia, lo cual resulta doloroso todo el sufrimiento para lograr conseguir los medios necesarios para la vida: el servicio de agua potable, la electricidad, el transporte y la comida.

Sin embargo, el padre Garrido destacó la esperanza de la población marabina, que a pesar de las adversidades, “aquí vive gente consistente y entregada a la labor que realizan”. 

Desde la Compañía de Jesús, explicó que se mantienen trabajando en el fortalecimiento de la integridad de cada individuo para conservar la endereza y no venderse al “sálvese quien pueda”.

“Dios no quiere esto que está pasando pero nosotros tenemos que poner la disposición para seguir adelante».

En declaraciones que dio a radio Fe y Alegría Noticias este miércoles 22 de enero, detalló que en las obras jesuitas se encuentran personas con una vocación mayor de trabajo. «Ya no es sólo por el sueldo, el trabajo se convirtió como un modo de vivir, no sólo un medio para vivir”.

Asimismo dijo que la situación que atraviesa el país obliga a realizar una gestión distinta para lograr responder a esta difícil cotidianidad sin perder el enfoque, acompañado de la gracia de Dios.

“Esa vocación de servicio que no se queda aislada sino que brota hacia los demás y un docente es capaz de hacer ese esfuerzo enorme de llegar a clases”, agregó

“Preocupados y ocupados”

En relación a la posición que ha tomado la iglesia católica el padre Garrido aseguró que es necesario que Venezuela retome el camino democrático con el fin de rescatar las relaciones políticas que permite resolver la necesidades de la gente, y no el poder.

“A pesar de que los obispos han sido vigilados por miembros de seguridad del Estado, se han mostrado con mucha valentía”.

Por otra parte, se refirió al gesto de solidaridad que ha tenido la Iglesia a través de las instituciones que administran, por ejemplo, Cáritas Venezuela que tiene un plan de atención a las personas más vulnerables.

“Creo que hoy más que nunca los cristianos estamos obligados a buscar los medios para superar esas realidades. Siento que hay un acompañamiento cercano y se ha tenido la capacidad de elevar la voz desde diferentes ámbitos”, expresó.

Educar es la misión en la crisis venezolana

El sacerdote jesuita Rafael Garrido reiteró la misión que se plantea la Compañía de Jesús a través de sus obras en crear y mantener una institucionalidad que no caiga en el abandono.

“Por eso es el esfuerzo enorme que nuestras instituciones funcionen todos los días y los jóvenes puedan encontrar una puerta abierta para su desarrollo. Aquí en el Zulia con el tema de la falta de agua y electricidad que trastoca esa cotidianidad pero nosotros no queremos abandonar esa misión”, aseguró.

De la misma manera se mantiene el objetivo de continuar formando personas autónomas, conscientes y comprometidas con la realidad que vive el país con formación ciudadana y compromiso social.

En el estado Zulia se busca articular todas las obras de la Red Apostólica Ignaciana (RAIZ) para que la misión sea más efectiva y pueda abarcar una universalidad, puntualizó.