El gobierno de Taiwán acusó a la Organización Mundial de la Salud de no comunicar al mundo a tiempo sobre una posible epidemia de Coronavirus.
El ministro de Salud del país, Chen Shih-chung, aseguró que ya habían advertido a la organización en 2019 sobre el riesgo de una pandemia.
Chen exigió a la Organización «ser honesta» sobre su posición respecto al tema.
Además, compartió parte del texto enviado al ente internacional el 31 de diciembre de 2019 compartiendo sus observaciones y pidiendo recomendaciones.
«Diversas noticias hoy indican que al menos siete casos de una neumonía atípica se reportaron en Wuhan, China. Sus autoridades dijeron a los medios que no creían que fuera SARS. Sin embargo, las muestras siguen siendo examinadas y los casos fueron aislados para su tratamiento», dice la misiva.
Además, el correo electrónico solicita a la OMS «compartir cualquier información relevante con nosotros».
Consideran que se trata de política
Voceros de Taipei acusaron a la Organización Mundial de la Salud de trato preferencial a China, y de ignorar sus solicitudes y recomendaciones debido a las reclamaciones del gobierno chino sobre la soberanía de la isla.
De hecho, el vice presidente taiwanés, Chen Chien-jen, aseguró que la plataforma en línea de la OMS no publica la información compartida por sus expertos.
«A pesar de que el sitio web de las Regulaciones de Salud Internacionales de la OMS provee una plataforma para que todos los países compartan información sobre la epidemia, nada de lo compartido por nuestro país es publicado allí».
En su defensa, la OMS admitió haber recibido los mensajes, pero aseguró que no existía en ellos información específica sobre la transmisión directa entre humanos.
«El mensaje resaltaba específicamente que los pacientes eran aislados para recibir tratamiento, cualquier experto en salud pública conocería las circunstancias que requieren que los pacientes sean aislados. Si eso no cuenta como una advertencia, ¿Qué lo hace?», reprochó el ministro de Salud de Taiwán (fuente en inglés).
La isla no es la primera en dudar de la imparcialidad de la Organización Mundial de la Salud en cuanto al manejo de la pandemia.
Recientemente, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, amenazó con cortar el financiamiento del país a la organización por considerarla muy «chinocéntrica».
