El Tribunal Tercero de la Circunscripción Judicial del estado Apure, decretó este viernes 20 de mayo como archivo judicial el caso del periodista Eduardo Galindo y a su familia. Esto, debido a que el Ministerio Público no presentó los actos conclusivos dentro del tiempo establecido.
“El MP no presentó los actos conclusivos en los lapsos establecidos y a petición de nuestro abogado defensor Marcos Castillos y transcurrieron los 30 días hábiles contabilizado desde el 18 de marzo de 2022 hasta el viernes 13 de mayo de 2022”, expresó Galindo a través de un comunicado.
Galindo indicó que fueron dos años con el juicio abierto “con la imputación de información falsa e incertidumbre pública y resistencia a la autoridad”, dijo.
Detenido durante 19 días
Al periodista lo detuvieron el 15 de abril de 2020 en su residencia en San Fernando de Apure por funcionarios del Comando Nacional de Antiextorsión y Secuestro (Conas). Luego, 19 días después, lo excarcelaron con la medida cautelar de régimen de presentación cada 15 días.
Los efectivos de seguridad también detuvieron en ese entonces a la esposa de Galindo y a un sobrino. Ambos se negaron a entregar equipos como teléfonos y computadoras. Al final, los funcionarios terminaron llevándose sin una orden de allanamiento ni la presencia de algún fiscal.
Galindo, en su comunicado, expresó su agradecimiento a las ONG encargadas de la defensa de los derechos humanos y la libertad de expresión: Espacio Público, Instituto Prensa y Sociedad, Asociación de Periodistas Venezolanos en el Extranjero. Así como también al Colegio Nacional de Periodistas, al Comité para la Protección de Periodistas y a la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas en Caracas.
«Las violaciones a los derechos humanos no prescriben. Tengo mucho que decir de mi caso. Pero primero debo resguardar a mi familia y tiempo de Dios es Perfecto y sabrá el momento de decirlo», añadió.
Para finalizar, Galindo aseguró que seguirá «siendo objetivo» y que tiene «mucha dignidad y orgullo de ser periodista». Esto pese a las arbitrariedades a las que estuvo sometido en estos dos últimos años junto a su familia.