El transporte público es un tema delicado para aquellos habitantes de Maturín que deben trasladarse diariamente a sus trabajos.
En la mayoría de las paradas de autobuses afirman que, a pesar de tener un nuevo tabulador con el precio de los recorridos actualizados, los choferes de las unidades siguen cobrando el porcentaje que deseen.
La parte más agobiante para los usuarios no es solo el descontrol en la tarifa del pasaje, sino que a causa del poco efectivo que se puede retirar en las entidades bancarias, los diferentes precios disminuyen la cantidad de viajes que pueden realizar, dificultando la movilización de quienes deben trasladarse a sus trabajos.
Franklin González, usuario del transporte público en Maturín, gana 110 mil bolívares semanales y afirmó que esto no le da para cumplir pago de transporte de un mes.
“Una semana de trabajo me da para un día de pasaje”, apuntó.
Para poder trasladarse, tiene que recurrir a la economía informal porque de otra manera no le alcanza para asumir otra cosa que no sean los gastos de traslado.
Ante la falta de efectivo, los maturineses caminan más. Muchos son los que a diario recorren largas distancias para poder comprar alimentos o ir a su trabajo ante la imposibilidad de poder tener efectivo.
Los costos de los pasajes pueden variar entre los 30 mil y los 50 mil bolívares.
Los usuarios piden a las autoridades de transporte locales y nacionales que hagan valer los derechos de los usuarios ya que no consideran «justo» que ellos paguen las consecuencias de las dificultades para adquirir combustible.
