Un millón de personas en Israel han recibido la primera dosis de la vacuna contra la COVID-19, aunque Sanidad anunció esta semana una ralentización en la campaña para garantizar la segunda dosis, cuando la inmunidad es completa.
«Avanzamos a gran velocidad para vacunar a toda la población» de nueve millones de personas, declaró hoy el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que eligió la población de mayoría árabe Um al Fahm (norte de Israel) para celebrar esta cifra.
Israel lidera el ránking mundial en la campaña de vacunación, que comenzó el 19 de diciembre.
Sin embargo, el ritmo actual dejaría sin suministros al país el 10 de enero y el Ministerio de Sanidad adelantó una previsible suspensión de la primera dosis a fin de garantizar la segunda que necesitan los ya inoculados para completar el proceso.
Este mes llegarán otros tres millones de dosis de Pfizer y en marzo y abril Israel recibirá una cantidad similar de dosis más, lo que elevará el total a diez millones, suficiente para vacunar a cinco millones de residentes, dos por persona.
La campaña de vacunación en las localidades árabes de Israel ha ido más despacio que en el resto del país y hoy Netanyahu y el ministro de Sanidad, Yuli Edelstein, acudieron al centro de Um al Fahm, donde el residente Yabarin Mohamad, de 66 años, fue el número un millón en ser inoculado en el país.
«Es importante para mí que la población árabe se vacune rápidamente. Lo es porque salva vidas y solo así podremos volver a la vida normal», dijo Netanyahu.
«(Israel) será el primer país del mundo en ser vacunado. Este es un gran logro. Dentro de unos meses, podremos decir ‘Hasta la vista’ al coronavirus», apuntó en español el titular de Sanidad, «y volver a la normalidad», pronosticó.
«Estamos todos juntos en esto. No hay diferencia entre judíos y árabes, religiosos y laicos. Mientras no tengamos éxito en llegar a un gran número de personas vacunadas, no podremos ir a los lugares que son tan importantes para todos nosotros», argumentó Edelstein.
El país se encuentra actualmente en un tercer confinamiento nacional y ayer superó los 5.800 contagios diarios, con la esperanza de que la campaña de vacunación ponga fin no solo a la tercera ola, sino también a la pandemia.
Sanidad espera que la campaña de vacunación se refleje en los datos de morbilidad en alrededor de un mes y medio.
Más de 678 pacientes están actualmente graves, 178 de ellos conectados a respiradores, y 3.338 personas han muerto desde marzo.
EFE