Un espacio para caminar con Jesús
Tips para discernir la realidad
Lunes 18 de diciembre de 2023
Por: Antonio Pérez Esclarín
La familia comunidad de amor
Las fiestas navideñas son esencialmente fiestas familiares. Por ello, en estos días en que numerosas familias está n rotas y se aviva el dolor de la separación, deberíamos preocuparnos y ocuparnos por robustecer la nuestra, y cultivar con especial esmero el cariño y la ternura, sobre todo con los niños.
No olvidemos que la familia es la principal escuela de valores o de antivalores y que los niños aprenden lo que viven. En la familia, los niños deben encontrar raíces sólidas para crecer y los jóvenes alas para volar. Sin familia la libertad se convierte en servidumbre y soledad. De ahí que, si en verdad queremos que la celebración de esta Navidad se asemeje a la primera, debemos esforzarnos por fortalecer la familia como comunidad de amor y de servicio.
El hogar está vivo cuando los miembros de la familia saben quererse, apoyarse mutuamente, compartir penas y alegrías, perdonarse, dialogar y confiar los unos en los otros. La familia se empieza a deshumanizar cuando crece el egoísmo, el maltrato, la violencia, las peleas y malentendidos.
En la familia comunidad de amor, cada persona es para las demás presencia y compromiso. Los miembros de la familia no limitan sino que posibilitan el desarrollo de cada uno, según su vocación. En la familia comunidad aprenden los niños a relacionarse con los demás, con respeto y con cariño y asumir su responsabilidades.
Con Tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.