Oración de la mañana. Viernes 16 de julio de 2021.
Por Mireya Escalante.
Ahí está mi madre. Mateo 12, 46-50
Hoy leemos la escena en la que se reconoce a María como madre y discípula. Seguía a Jesús, pero al mismo tiempo siempre hizo la voluntad del Padre, sin entender muchas veces lo que ocurría y por qué en la vida de su hijo, pero le daba vuelta a todo en su corazón.
Maria es madre, madre de todos. Hoy la recordamos como la Virgen del Monte Carmelo. Como mamá nos enseña a ser discípulos y se preocupa por nosotros y a veces nos busca para ayudarnos, sin que seamos nosotros los que tomamos la iniciativa. No puedo evitar la referencia personal… conocí a la Virgen del Carmen a través de una gran Carmelita, sierva de Dios, me enseñó que quien tuviera su escapulario tenía la garantía de entrar al cielo. Siempre ayudando para que gocemos de estar con el Padre.
Luego se topó conmigo cuando fui a buscar una imagen para un colegio, convirtiéndose en su patrona. Finalmente hace justo un año, en su día, me hizo el favor de acompañar a mi mamá, quien tenía su nombre, a entrar en la casa del Padre. Gracias Madre.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.
