Actitudes. Lunes 02 de agosto de 2021.
Por Antonio Pérez Esclarin.
Si a la convivencia. No a la violencia
Toda auténtica vida humana es vida con los otros, es convivencia. La persona humana es imposible e impensable sin el otro pues la plenitud humana sólo es posible en el encuentro. Uno se constituye en persona como ser de relaciones. En consecuencia, tenemos que pasar de los otros al nosotros. Para ello necesitamos en primer lugar enseñar y aprender a no agredir y desarmar los corazones y la palabra.
La agresión es signo de debilidad moral e intelectual. Y la violencia es la más triste e inhumana ausencia de pensamiento. La violencia deshumaniza al que la práctica y desata una lógica de violencia siempre mayor. Quien insulta, ofende o mata se degrada como persona y no puede contribuir a construir una sociedad más justa y más humana
La violencia no queda erradicada por haber sido aplastada por una violencia mayor. La violencia solo engendra nueva y más profunda violencia. Valiente no es el que ofende golpea o amenaza a otro sino el que es capaz de dominarse a sí mismo y responder al mal con bien, a la intolerancia con respeto, a la venganza con perdón, al odio con amor.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.
