Oración de la mañana. Domingo 15 de agosto de 2021.
Por Mireya Escalante.
Hoy es un día de María y la Palabra nos trae unos rasgos que la definen muy bien y que destacamos porque nos pueden ayudar a aprender cómo ser discípulos de Jesús, así como lo fue ella.
El relato señala que cuando entendió que debía ayudar a su prima, que estaba encinta, lo hizo apresuradamente… es estar siempre dispuestos para el servicio.
Luego ante el impresionante saludo que le hace su prima, reconociendo su condición de madre del Señor, inspirada por el Espíritu,la respuesta de María fue:»mi alma canta la grandeza del Señor» No es ella la primera, ni la más importante, el centro es su Dios, que ha hecho maravillas en ella. Dónde está nuestro centro?
Está muy segura de la infinita misericordia del Señor, algo que como discípulos pecadores, no podemos olvidar.
Y, nos recuerda ser leales al proyecto del Reino, donde los humildes son los primeros.
Finalmente, ser cristiano no es hacer grandes cosas, ella al final de su servicio, simplemente volvió a casa. Es allí en la vida ordinaria de cada uno, donde tenemos que festejar a nuestro Salvador y reconocerle su santo nombre.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.
