Oración de la mañana. Jueves 05 de mayo de 2022.
Por Mireya Escalante.
!Qué comparación tan bonita! Juan (15,1-8)
En la palabra de hoy, Jesús nos dice que Él es la vid y nosotros los sarmientos, debo confesar que no conozco mucho del cultivo de la uva. Siempre pensé que los sarmientos, eran los racimos de la fruta.
Pero cuando supe realmente qué eran los sarmientos, la parábola cobró mucho más significado.
Son unos palos marrones y medio feos que nacieron como brotes muy verdes que crecen rápidamente transformándose con el tiempo, pero encierran toda la energía vital de la planta y de ahí llegan a nacer los frutos. Y… aquí viene lo interesante, tienen la savia, la esencia de la vid, su calidad. Para garantizar la productividad de la planta, se podan los sarmientos y se debe hacer de una determinada manera, que sólo sabe el viñador.
Así sí se entiende mejor, somos de la esencia de Jesús, aunque tengamos nuestra propia evolución, o seamos como palos secos. No como me creía, que solo por estar en la vid, ya éramos hermosas uvas.
Tenemos nuestra vida con altos y bajos, el Padre sabe como podarnos, para que realmente seamos hermanos con Jesús e hijos del Padre.
¡Que bonito símil!
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.