Oración de la mañana. Lunes 09 de mayo de 2022.
Por Herlinda Gamboa. Narra Julitze Mayurel.
Cafecito de la esperanza en Tiempo de Pascua.
Señor Jesús, amanecer de una nueva semana, abres la puerta de la salvación, invitas a compartir el café del cuidado, la ternura y la compasión. Lo haces como Pastor que vienes en nombre de Dios a reunir las ovejas dispersas. Algunos pastores son ladrones que se aprovechan de sus puestos y no aman a las ovejas. No se ocupan del rebaño; no apacientan a las ovejas ni fortalecen a las débiles; no cuidan a las enfermas ni a las heridas; no hacen volver a las descarriadas ni buscan a las perdidas, sino que las dominan con violencia y dureza, Palabra Oportuna
De esta manera las ovejas se dispersan por falta de pastor. Eres la puerta del redil, no existe otra para entrar en la casa del Padre, no ves en las ovejas tu negocio, las amas y estás dispuesto a dar la vida por ellas para que así tengan vida abundante. Muchas veces no saben a dónde van, saben que el pastor las guía por los senderos buenos. Esto les hace caminar confiadamente. Los enemigos no pueden hacer nada.
Lo que podía haber terminado en tragedia, como tantas veces les ocurre a los últimos, a los enfermos, perseguidos, se convierte en fiesta gracias a que alguien le abre su tienda y los recibe en ella. Acogiéndolos los has engendrado a la vida. Desenrollas unas pieles a la entrada, colocas sobre ellas la comida. A los hambrientos les ofreces comida; los unges, el aceite enriquecido con esencias perfumadas, refresca y cura las heridas. Y les ofreces una copa rebosante, generosa. Hay un derroche constante, el colmo llega cuando se acerca la hora de la partida.
El que antes era perseguido tiene que volver al camino, salir a la vida. Realmente haces honor a tu nombre de Buen Pastor, todo lo contrario que el asalariado. En este espacio de silencio y oración nos preguntamos: ¿Cuál es mi puerta de salvación? ¿Cómo afronto las dificultades que surgen a diario?
Danos tu amor y gracia que eso nos basta. Amén. PAZ Y BIEN.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.