Espiritualidad. Miércoles 13 de mayo de 2020.
Por Alfredo Infante SJ.
Modo y orden
San Ignacio de Loyola, maestro de la vida, insistía que toda actividad humana tuviera siempre un «modo y orden» porque la mente y el corazón humano tienden siempre por su naturaleza a distraerse y dispersarse. Si dejamos que la distracción y la dispersión lleven la voz cantante en nuestra vida diaria, terminamos los días agotados, con la sensación de que hemos arado en el mar. El «modo y orden» del que habla San Ignacio es lo que hoy llamamos «autodisciplina». En este tiempo de cuarentena es muy importante que cada día tenga su rutina clara para no estar viviendo como hoja que lleva el viento. No hay nada más satisfactorio que al final del día recoger los frutos y agradecer que el día ha valido la pena, que las metas que me propuse se cumplieron. En situaciones caóticas como las que vivimos en nuestro país, tener un «modo y orden» para cada día, nos libera de la infecundidad y de la angustia que genera no saber qué hacer cada dia. Te invito, pues, junto a San Ignacio, a darle «modo y orden» a tus días. «Haz la prueba y verás que bueno es el Señor».Sal 33′. «Sagrado corazón de Jesús en vos confío»
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.