Espiritualidad. Viernes 09 de diciembre de 2022.
Por Antonio Pérez Esclarín.
Hágase su voluntad
El 8 de diciembre celebramos la fiesta de la Inmaculada Concepción. La grandeza del ser humano consiste en manifestar a Dios, no en su poder o en su grandeza, sino en su capacidad de darse a los demás. María es grande por su sencillez, porque acepta que es nada separada de Dios. María no es una extraterrestre, sino una persona humana exactamente igual que cada uno de nosotros.
Lo único extraordinario fue su fidelidad y disponibilidad, su capacidad de entrega. Toda la grandeza de María está encerrada en una sola palabra: “Fiat, hágase su voluntad”. María no puso ningún obstáculo a que lo divino que había en ella se desplegara. En consecuencia, lo que celebramos en esta fiesta es su plenitud, no un privilegio que consistiría en quitarle una mancha antes de tenerla. Pablo nos dice que Dios nos ha predestinado a todos a ser santos e inmaculados.
Lo que celebramos en esta fiesta es su respuesta a Dios. En consecuencia, debemos pedirle a María, especialmente en estos días de Adviento, que nos de su sencillez, su fortaleza y su disposición a servir a los demás, para que cumplamos fielmente en todo, la voluntad de Dios.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.