Oración de la mañana. Viernes 10 de febrero de 2023.
Por Mireya Escalante.
¡Haz el milagro! (Marcos 7, 31-37)
De Jesús, decían: ¡Qué bien lo hace todo! ¡Hace oír a sordos y mudos!
¿Cómo hacemos nosotros para hacer oír a los sordos? Esos que deciden sobre la economía del país y no oyen los gritos desgarrados por un salario justo. O los que gobiernan, que no oyen las quejas permanentes de los padres por la educación de sus hijos, o la de enfermos, por los servicios de salud. Pero se arman ferias y carnavales que hacen sí, mucho ruido, como para tapar los llantos de los que padecen.
¿Cómo hacer para que los mudos hablen? Los que no se quejan para no violentar, los que tienen miedo porque te cierran tu emisora o porque luego no te llega el Clap.
Jesús para curarlo, le metió los dedos en los oídos y le tocó la lengua con saliva. Se involucró. No se abren esos oídos si no toco, si no me acerco, tampoco se suelta la lengua, si estoy lejos.
También mirando al cielo, oró a su Padre, antes de gritarle ¡Effetá! ¡Ábrete! Pidamos el milagro, que «solo ocurre cuando cambias lágrimas por oración y miedo por fe» (F de Asís).
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.