Espiritualidad. Lunes 1 de junio de 2020.
Por Herlinda Gamboa y voz de Alexander Medina.
En Pentecostés…
¡Por qué pedir tus dones!. Porque deseamos, no sólo comprender tu voluntad, también disponernos para cumplirla en cada situación concreta.
Porque la acción de tu Espíritu en nosotros adopta distintas formas: «Espíritu de sabiduría, de inteligencia, de ciencia, de consejo, de fortaleza, de piedad y de temor de Dios».
Que, Tú ¡Verdad de verdades!, seas la clave de todas las nuestras. Danos un corazón sin puertas. Un corazón amplio, abierto como las arenas del mar. Alienta y aumenta en nosotros la esperanza… ven, danos el don de Fortaleza que sostenga nuestra vida y misión… enviados a un mundo complejo, a compartir el pan, construir la paz y llevar una palabra que sane.
Necesitamos el don de Fortaleza para que nuestra fe no vacile ante la duda, la indiferencia… frente a la incoherencia y la mediocridad en el compromiso cristiano. Ante la persecución por la justicia, la confesión de tu nombre, ante tu aparente silencio, ante el peso del vivir cotidiano, ante el sufrimiento de los inocentes, ante nuestro propio dolor, miedo, cobardía y egoísmo…
Danos, Señor, un soplo pequeño de tu fortaleza para ser fieles a la misión que nos has confiado en este mundo. Dánosla ahora; pero también más tarde… la necesitamos siempre…
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.
