Actitudes. Sábado 6 de junio de 2020.
Por Antonio Pérez Esclarín.
El cuidado de sí mismo
Estos días de profunda crisis y obligado confinamiento, son momentos privilegiados para cuidarse a sí mismos, para de este modo, poder cuidar a los demás.
El cuidado implica en primer lugar, aceptarse como uno es, con las capacidades y las limitaciones que siempre nos acompañan, no con amargura, sino, con jovialidad y buen humor; pues todos somos dignos y amados por Dios, a pesar de nuestros defectos, carencias y problemas.
El cuidado implica también cultivar y velar nuestros sueños, y no renunciar a ellos por grave que sea la situación que enfrentamos.
El valor de una vida se mide por la grandeza de sus sueños y por el empeño contra viento y marea, el realizarlos.
Nada resiste a la esperanza tenaz y perseverante, la vida siempre generosa, a quienes insisten y persisten acaba dándoles la oportunidad para concretar su sueño.
Hay que recuperar la sabiduría predicada por Don Quijote, “No hay que aceptar las derrotas, antes de dar todas las batallas”. También hay que cuidar con especial esmero nuestras relaciones, que deben ser siempre abiertas, constructores de puentes y positivas.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.
