Espiritualidad. Jueves 01 de octubre de 2020.
Por Norelis Manzanilla. Voz Alexander Medina.
La Esperanza
Es bueno iniciar diciendo que la ESPERANZA no es un engaño, ni un asunto relacionado al ánimo de la persona, o que sólo funciona dando optimismo a las personas que son consideradas pesimistas. Ella es un pilar determinante y fundamental en la existencia del ser, o en la estructura del mundo en el cual nos movemos y existimos; es algo que siempre actúa y está presente en el quehacer de la persona, en su historia.
La esperanza es la manera positiva de ver el futuro, así como también la angustia es la parte negativa de la espera del mismo futuro. Quien no espera es porque duda de su existencia. Prueba de ello lo encontramos en varios versículos de la Biblia donde se expresa la misma, como el “combustible” que les hace continuar a pesar de las adversidades…Isaías 42:4 “No se desanimará ni desfallecerá hasta que haya establecido en la tierra la justicia…”, Rom15,4; Sal 42,5; Job 5,16; Sal 119,116, entre otros.
Somos libres para elegir vivir o no con una Esperanza que dé ánimo a nuestra existencia y nos ponga en camino, que nos disponga al encuentro del Señor al mismo tiempo que nos impulse a ser constructores del Reino. Es un ser “contemplativos en la acción”, como decía San Ignacio. Pidamos siempre: que no pierda la FE, que no pierda la ESPERANZA.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.