Espiritualidad. Miércoles 23 de diciembre de 2020.
Por Benjamín González Buelta. Voz Alexander Medina.
En Jesús conocemos a Dios
El nacimiento entre los pobres marca a la persona de Jesús para toda la vida. Desde esa proximidad con los pobres, se formará la persona en la que podemos saber cómo es el Dios en quien creemos y cuál es el mensaje que nos trae.
No podemos acercarnos a Belén con nuestras ideas preconcebidas sobre un Dios omnipotente, para ver si Jesús cuadra con ellas. Es todo lo contrario. Nosotros nos acercamos a Jesús para descubrir cómo es Dios.
En Jesús, Dios se nos revela cercano, expuesto, pobre y humilde. Éste es el Dios de Jesús. A lo largo de su vida, Jesús se irá explicitando a sí mismo como Palabra de Dios encarnada en sus acciones, signos y palabras.
Dios ha querido ser una vida que se encuentra, que es percibida por todos los sentidos como proximidad llena de ternura, que habla al corazón, a la fantasía y a las dimensiones más misteriosas y dinámicas de la persona, que sólo se despiertan cuando se encuentran dos personas que se comunican y se aman.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.