Oración de la mañana. Viernes 25 de diciembre de 2020.
Por Mireya Escalante.
Feliz Navidad. Lucas 2, 1-14
Vamos a contemplar la escena como si nos encontráramos allí.
También a nosotros el Ángel nos dice: ¡No temas, traigo una buena noticia, nos ha nacido un Salvador!
Con los pastores nos acercamos al pesebre. Te invito a ver, oír, oler, todos y cada uno de los detalles de ese momento. Reconoces al Niño, recostado en el pesebre y envuelto en pañales. Ves a María y José contentos por su bebé. Oyes a los pastores cuando le entregan queso, leche y pan y percibes la alegría del momento y la gratitud de los padres orgullosos. Los pastores se retiran y tú, estás ahí…
Se hace un silencio, todos duermen y el Niño empieza a quejarse un poquito…
Te necesita, tiene frío. Te acercas al pesebre, ves la cobija y lo cubres. Es Dios mismo que te necesita. Lo tomas en tus brazos, lo pones en tu pecho y lo acaricias, sientes algo muy grande en tu interior… le dices en un susurro: Ayúdame a cumplir tu voluntad, porque entiendo que me necesitas para hacer realidad tu reino de amor.
Esa es la Navidad… Feliz Navidad para todos.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.