Tras 84 días continuos de intensa erupción, desde el 19 de septiembre, el volcán Cumbre Vieja de La Palma, en Islas Canarias, España, entra a los hitos históricos mundiales de los fenómenos naturales.
Las autoridades reportaron este domingo 12 de diciembre que el volcán se ha reactivado y amenaza con intensificar su erupción y movimientos sísmicos.
Con este récord superó al alcanzado hace 436 años en Tehuya, ubicado también en La Palma. Le quedan por delante los registros alcanzados por el Volcán de Tao o del Clérigo, en Lanzarote (86 días en 1824); la erupción de Narices del Teide, en Tenerife (99 días en 1798) y los seis años que duró la erupción en Timanfaya, en Lanzarote en 1730.
De acuerdo a los pronósticos de los especialistas superaría con creces a la duración alcanzada por el Tao y tendría en la mira a la de Tenerife, hace 223 años.
Las estimaciones del comité científico del Plan de Emergencias por Riesgo Volcánico de Canarias (Pevolca) indican que mientras siga existiendo tremor volcánico (indicador que señala el movimiento de fluidos bajo la superficie terrestre) y emisión de dióxido de azufre (indicador de que hay magma cercano a la superficie), la erupción del Cumbre Vieja, en La Palma, continuará pese a que la sismicidad siga siendo menor.
A casi 3 meses de la continua erupción los daños son cuantiosos y dolorosos. Según lo destaca el diario español El País el balance sería el siguiente: la erupción ha arrasado con 1.628 edificaciones, según la Dirección General del Catastro, de las cuales 1.304 son viviendas, 179 cuartos de uso agrícola, 74 fábricas y naves industriales, 40 negocios de ocio y hostelería, 15 colegios, templos y espacios de uso público.
Los días más dañinos de la lava fueron el 20 y 29 de septiembre, cuando resultaron afectados 159 y 151 inmuebles en solo 24 horas, respectivamente.
El terreno cubierto por las distintas coladas alcanza las 1.173 hectáreas. A esa extensión se ha de sumar otra no precisada hasta la fecha: las zonas que no ha tocado la lava, pero que están sepultadas por la capa de ceniza, en algunos lugares de varios metros de espesor.
Por fortuna. y a diferencia de lo que ha ocurrido en Indonesia, tras esta actividad del volcán en la zona no se han registrado víctimas mortales, salvo el fallecimiento del adultos mayor, cuyas causas investigan las autoridades.