Los comercios en diferentes ciudades del país están abarrotados de clientes que intentan comprar con el Petroaguinaldo que otorgó el Ejecutivo nacional.
Los establecimientos que muestran mayor número de usuarios con panaderías y ventas de alimentos. Sin embargo, muchos denuncian que el proceso para cancelar es lento debido a las reiteradas fallas en el sistema.
Esta es la alternativa por la que optó la mayoría de los beneficiarios debido a que al realizar la cotización a través del Sistema Patria para convertirlo en bolívares, era rechazada al no haber demanda en la compra de la criptomoneda creada por el gobierno nacional.
Entre colas y aumentos van en Guárico
Hasta en un 20% se incrementaron los precios de los productos en los comercios que reciben el Petro en San Juan de los Morros.
Usuarios denuncian que duran hasta seis horas en cola para poder gastar la moneda y cuando preguntan el precio de algún producto, se lo cobran hasta el doble de lo que vale.
Esta alza de precios está perjudicando a la población guariqueña ya que ante la falta de control o supervisión del gobierno a estos establecimientos, los pensionados y empleados públicos solo adquieren menos cantidad de la mercancía que iban a comprar.
Esta misma situación de colas e incremento en los productos se repite en los municipios Infante y Miranda del estado Guárico.
En Machiques madrugan por el Petro
Mientras que en Machiques de Perijá, estado Zulia, los comerciantes aseguran que los pagos con Petros pueden convertirse en un dolor de cabeza debido al colapso del sistema Biopago.
El presidente de la Asociación de Comerciantes e Industriales de Perijá, Juan Carlos Perrotta, explicó a Radio Fe y Alegría Noticias que la plataforma comienza a fallar desde las 9:00 de la mañana debido a la alta demanda.
«Comenzó a pasar desde el 23 y 24 (de diciembre). La plataforma está colapsada. Ya cuando son las 9:00, 9:30 de la mañana la plataforma del Banco de Venezuela se cae, aparte del Internet que se vuelve lento», aseguró Perrotta, quien recordó que hace falta una buena conexión a Internet para que Biopago funcione.
Sin embargo, el comerciante aseguró que a pesar de las fallas, el sistema es confiable y más rápido que otros medios de pago electrónicos. Aclaró que para compensar las fallas con la plataforma, algunos comercios decidieron abrir desde la madrugada.
En Guasdualito están limitados
En Guasdualito, en el Alto Apure, solo dos comercios tienen el sistema Biopago del Banco de Venezuela, lo que hace aún más largo el proceso de compra de los usuarios.
Abel es dueño de uno de esos negocios y explicó que esto se debe a que es una modalidad reciente y que no muchas personas están familiarizadas con el proceso, por lo que aún no adquieren las máquinas para procesar los pagos.
En su experiencia desde el 23 de diciembre recibiendo pagos de esta manera, el sistema funciona unos 20 minutos y se cae luego hasta por media hora debido a la alta demanda y las fallas en la conexión.
«Ayer (jueves) intentamos sacar a toda la gente que estaba en la cola y trabajamos como hasta las 10:00 (de la noche). Se tarda porque está muy congestionado pero hay que esperar y tener un poco de paciencia», explicó el comerciante.
Sobre una posible fecha de caducidad para recibir esta criptomoneda, Abel aseguró haber investigado por su cuenta y no consiguió información al respecto: «He investigado y dice que eso no vence. Quiere decir que la gente puede venir normal hasta enero a comprar. Tampoco tengo una información de alguien del banco que haya dicho que vence».
Vacaciones entre colas
A pesar de tener días de asueto por la temporada navideña, muchas personas invierten su tiempo en una cola para intentar abastecerse con productos básicos a cambio del medio Petro que les fue abonado.
José Elías Contreras caminó más de 3 kilómetros el jueves 26 de diciembre hasta llegar a uno de los comercios en Guasdualito que tienen el sistema Biopago, sin embargo, la cola fue inútil pues no hubo sistema en todo el día.
Este viernes 27 de diciembre volvió a intentarlo con la esperanza de poder hacerse de algunas compras pero en la cola no le dieron siquiera un ticket para asegurar que lo atenderán.
«Y de aquí para allá me toca con lo poco que lleve a pie. Hoy sí creo que pueda. Vamos a ver, que sea la voluntad de Dios, más no podemos hacer», comentó Contreras aferrado a su fe para lograrlo esta vez.
Mientras que la señora Ninfa llegó a las 6:00 de la mañana a uno de los locales y recibió un número para ser atendida por orden de llegada. Al salir, cerca del mediodía, exclamó la necesidad de ampliar el número de comercios disponibles para reducir las colas.
