Venezolanos en Brasil tienen menos posibilidad de obtener un empleo que los brasileños

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Una familia venezolana que vive en Manaos: a pesar del marco legal favorable, los adultos enfrentan dificultades para su inserción en el mercado laboral formal y reciben salarios inferiores. Foto: ACNUR

Un estudio realizado de manera conjunta por el Banco Mundial y ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, reflejó los duros retos que enfrentan los venezolanos que han sido obligadas a abandonar su país, mientras tratan de reconstruir sus vidas en Brasil.

Según datos de la ACNUR, se estima que 260.000 venezolanos viven actualmente en Brasil, después de haber huido de la crisis económica, política y social en su país.

A pesar que el marco jurídico brasileño es favorable, muchas de estas personas enfrentan obstáculos en el acceso a servicios sociales, el mercado laboral formal y el sistema educativo.

El idioma principal problema

El estudio indica que Muchos de estos obstáculos derivan de barreras lingüísticas y de las dificultades que se presentan al momento de corroborar capacidades profesionales o de validar la documentación que ampara la formación educativa.

Actualmente la población venezolana en Brasil tiene 64% menos probabilidades de obtener un empleo en relación con su contraparte brasileña; además, la niñez venezolana tiene 53% menos probabilidades de asistir a la escuela.

Brasil ofrece asistencia social a las personas extranjeras, sin importar su condición migratoria, incluso durante la pandemia. De hecho, el número de venezolanos que ha recibido ayuda financiera mediante programas sociales se ha triplicado desde el brote de COVID-19. Hoy en día, el 18% de las personas venezolanas en Brasil recibe este tipo de apoyo.

Aun así, en comparación con la ciudadanía brasileña, los venezolanos tienen 30% menos probabilidades de registrarse para recibirlo.

De cualquier manera, la formación profesional y el nivel educativo de quienes sí reciben ayuda financiera son mucho más altos que el de la población nacional.

“Analizamos datos censuales y administrativos de 2017 a 2020 con el fin de descubrir si existen diferencias en el acceso de las personas refugiadas y migrantes de Venezuela tanto a oportunidades educativas y laborales como a programas de protección social», dijo Rovane Battaglin Schwengber, experta en Protección Social en el Banco Mundial.

Solo algunos jóvenes venezolanos cuentan con trabajo

De acuerdo con el estudio, solo el 12% de la población venezolana en edad productiva en Brasil tiene un empleo formal.

En ese sentido, los venezolanos que han logrado obtener un empleo formal tienden a ser jóvenes y, por lo general, se graduaron de la escuela preparatoria.

Sin embargo, en comparación con la ciudadanía brasileña, suelen trabajar más tiempo, reciben sueldos más bajos y su estabilidad laboral es también precaria.

Por otro lado, según el censo educativo de 2020, apenas 37.700 niñas y niños de Venezuela (es decir, 45%) se inscribieron en la escuela; en contraste, 85% de la niñez brasileña lo hizo.

Incluso cuando logran inscribirse, las personas venezolanas suelen asistir a escuelas sobrepobladas y se les coloca en grados inferiores.

“La inclusión e integración en otro país constituyen un proceso a largo plazo cuya efectividad requiere compromiso, recursos y un enfoque verdaderamente integral”, señaló Nikolas Pirani, economista asociado de ACNUR que participó en el estudio.

ACNUR exhorta al Gobierno de Brasil a seguir implementando políticas que consideren las necesidades de las personas venezolanas.

La agencia de los refugiados pide, facilitar el proceso de verificación y validación de constancias y habilidades, aumentar la capacitación lingüística de docentes y profesionales, así como ampliar la capacidad de las escuelas.

Fuente: ACNUR / Nota de prensa